BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

¡No se ve! rabiaban las redes

José Luis Benlloch
domingo 16 de abril de 2023
La nueva experiencia televisiva acabó en enfado monumental

El esperado Domingo de Resurrección maestrante 2023, ya saben, toros y tele en Sevilla, expectación máxima, papel acabado, el universo toro sentado ante la tele, fue como abrir la caja de Pandora. Todos los males, unos solucionables, otros asumibles, otros crónicos, se enseñorearon de redes y tertulias. Una vez más, corrida de expectación… pues eso. Eran las seis y las siete y las ocho y el dios del pesimismo echaba fuego, la conexión era una quimera, ni estaba ni había señales de que pudiesen estar ni había experto que te diese esperanzas. ¡No se ve! rabiaban las redes. Mal propio de la improvisación y de unas prisas groseras sobre todo si con anterioridad te han hablado de la génesis alemana del nuevo proyecto o de la experiencia USA de los empresarios o te han presentado a múltiples ceos y usado terminología de lo más vanguardista en los power point y el que no lo entienda es un cateto desubicado en el tiempo.

Y luego, cuando llegaron los dioses de la conexión, allá por el cuarto de la tarde, ni los toros de Cuvillo embestían -mal probable cuando se trata de una corrida de tanto boato, no debería ser así, pero suceder sucede-, en cualquier caso error nativo y tradicional, que no viene de nuevas. En tales ocasiones mentas a los veedores, juras en arameo ¡así nos va…, los enemigos están dentro! y adelante, qué remedio, a esperar la siguiente, fatalismo se llama la figura. En ese trance, media corrida había saltado por los aires de no se sabe qué nube, la otra media más parada que la señal de la tele; Morante displicente y gestual, como antes de la pandemia; El Juli, como siempre, al que no le guste allá él, pero ese tío es un ejemplo de responsabilidad sin ceos ni sofisticaciones estilistas de por medio; y Roca acabó pillado en el cepo de unos cuvillo que dejaban en sus manos en modo exclusiva el factor emoción que tanto cotiza, así que tras un invierno de abstinencia torera había motivos para el suicidio colectivo y ya no digamos para las hogueras posteriores en las que ardían todos las profecías, las que se habían hecho, el yo ya dije… y las que se callaron en mor de la prudencia. Todo ello a expensas de lo que suceda hoy, segunda comparecencia, o eso se espera, de la señal de Mundotoro TV. Seguramente tras el ensayo general del Domingo de Resurrección todo saldrá mejor. El problema fue convertir el Domingo de Resurrección en ensayo general.

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