Diego Puerta, uno de los toreros más relevantes y carismáticos del siglo XX, falleció la madrugada del pasado miércoles en Sevilla a los setenta años de edad tras varios de ellos luchando contra una larga enfermedad. Los restos mortales del diestro sevillano, que murió a consecuencia de un fallo multiorgánico derivado de la diabetes que padecía, permanecieron toda la mañana y parte de la tarde en el domicilo familiar de Camas para, desde las 19 horas, ser velado en la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Sevilla.
Allí permaneció hasta el mediodía del jueves, cuando el féretro del maestro fue trasladado a la Parroquia del barrio de San Bernardo, donde se crió, para oficiarse una misa funeral. A la conclusión de ésta fue llevado a la Maestranza para que el toreo le despidiese en el que fue el escenario de sus mayores glorias y el del lanzamiento a la cima de la tauromaquia...
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