(Foto: Emilio Méndez)Talavante corta la única oreja del festejo al primero de su lote con una fuerte petición de la segunda que fue negada por autoridad. Un entregado Saldívar cuaja una faena importante dejando ir las orejas tras fallar con el acero. Silveti deja muy buenas sensaciones después de jugarse la vida y llevarse una voltereta con el toro que cierra plaza.
Silveti pasó por el hospital para descartar lesiones
Alejandro Talavante ha dejado un muy buen sabor de boca en su presentación en La Mérida yucateca, sobre todo con el primero de su lote que no era fácil, al que saludó toreando a la verónica, rematando con un media. Tomó la muleta para iniciar su labor con los pies bien plantados en la arena y pegar cinco pases y rematar sin moverse, lo mejor de una faena que fue subiendo de tono se dio con dos tandas por el izquierdo, con temple y largueza, al final ceñidas manoletinas y una estocada hasta las cintas, para recibir una oreja con fuerte petición de la segunda que aún no entendemos por qué el juez de plaza no la otorgó. Con su segundo el extremeño se estrelló con un toro de Begoña con pocas opciones, con el que poco pudo hacer aunque lo intentó de todas formas.
Siguió el turno de Arturo Saldívar que salió a no dejarse ganar la pelea con esa actitud que lo caracteriza. A su primero después de un buen quite por ajustadas chicuelinas, le cuajó una importante faena al toro de la tarde con calidad y trasmisión. Un espectacular inicio de faena de muleta de rodillas en los medios para prender al respetable, después una faena con tandas por ambos lados con largueza y temple que gustaron, y al final manoletinas ajustadas, desafortunadamente la espada quedó mal colocada y con poco efecto perdiendo así el trofeo, quedando en una ovación y el reconocimiento de la afición. Con su segundo, Saldívar estuvo en torero, con raza y con actitud para darse un arrimón jugándose la vida ante un peligroso e incierto ejemplar de Begoña; al final, después de exponer en cada muletazo, falló de nuevo el de Teocaltiche, teniendo que recurrir al descabello.
Se presentó Diego Silveti en este coso y lo ha hizo con el pie derecho. Si acaso su actuación no culminó con trofeos por la mala fortuna con la espada, la afición terminó con muy buenas sensaciones al ver a un joven torero entregado y disfrutando de su profesión. Con el primero estuvo elegante, logrando correr la mano con la muleta y también muy sereno sin quitarse lo cual gustó a la gente, pero la espada lo volvió a traicionar, pero aun así fue ovacionado. Salió el sexto de la tarde que se despitorró, por lo que fue sustituido por el sobrero, un toro castaño, serio, que desde la salida mostró que estaba reparado de la vista, aun así Diego hizo el esfuerzo, hasta que en un momento se tropezó quedando a merced del toro, quien hizo por el torero desgarrándole la taleguilla. Después de recuperarse y tomar aire, Silveti regreso para culminar la faena y de nuevo dejó ir la oreja tras fallar con el acero.
Se presentó por delante en este coso la rejoneadora lusitana Ana Batista, quien lució con su cuadra teniendo momentos importantes en su actuación, siendo premiada con una vuelta al ruedo tras su esfuerzo.
Domingo, 12 de febrero. Monumental de Mérida Yucatán, tarde con ráfagas de viento, casi lleno en los tendidos. Se lidiaron ejemplares de Begoña muy bien presentados pero de juego desigual, destacando el lidiado en segundo lugar que fue de arrastre lento, El séptimo se lidió como sobrero sustituto del 6º que se despitorró al salir al ruedo. Ana Batista: Vuelta; Alejandro Talavante: Oreja y palmas; Arturo Saldívar: Ovación y división de opiniones; Diego Silveti: Ovación y palmas.
Incidentes: En la lidia del sexto de la tarde el diestro Diego Silveti recibió una fuerte paliza al quedar a merced del toro tras resbalarse en la lidia del sexto de la tarde. Por otra parte al terminar el paseíllo los alumnos de La Escuela Silverio Pérez de Mérida, dieron una vuelta al ruedo junto con los matadores para que a través de una pancarta mandaran el mensaje de “Si a los Toros”
