Tras cortar una oreja en el toro de su doctorado, Alberto López Simón señalaba a los micrófonos de Canal Plus Toros lo siguiente: “No ha sido la alternativa soñada, tendría que haberlo matado mejor para que el toro cayera antes. ¿Si estoy herido? No. No es nada, el otro toro es mío, he venido a matar dos toros y no me voy a ir sin hacerlo”.
José Mari Manzanares, a la muerte de sus dos toros, señalaba: “Era complicado, embestía muy recto, como mi primero mostraba fuerte querencia para chiqueros, no tenía mucho ritmo y embestía a media altura y metiéndose para adentro. He hecho el esfuerzo y la pena ha sido el pinchazo y después que la estocada haya caído baja, quizá porque he tocado al toro demasiado fuerte. He intentado solventar los problemas que me planteaban mis toros y la tarde con el viento”.
Por su parte, Álvaro Núñez Benjumea, ganadero de Núñez del Cuvillo, expresaba: “La corrida no me ha gustado nada. El quinto ha tenido recorrido pero le ha faltado clase, iba a empujones. En general, se han aburrido muy pronto y han tirado la toalla. El segundo no tenía ni un pase. Han fallado toros que no tenían que haber embestido. Sin ir más lejos, el cuarto era hermano de padre y madre del jabonero del pasado año de Talavante en Zaragoza, que fue extraordinario, y este no ha embestido. No es el primer petardo que pegamos y tampoco será el último. Esto es una constante cura de humildad”.