(Foto: Joao Silva)GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JOAO SILVA
La de este jueves no fue la primera lección magistral de Antonio Ribeiro Telles en Campo Pequeno, ni será muy probablemente la última. El caballero portugués rozó, esta vez, la perfección y hizo recordar a muchos aficionados la prestigiosa figura de su padre, David Ribeiro Telles. Tras una buena actuación con el toro que rompió plaza, Antonio se agigantó ante el cuarto, un manso noble al que impuso su toreo: desde el suave y elegante manejo de los caballos, la faena fue un constante alarde de pureza, citando reiteradamente de frente, para luego entrar de forma decidida pero templada en el terreno del toro, hasta rematar con verdad.
Vitor Ribeiro se presentó, como siempre, entregado buscando el triunfo con ganas y praticando un toreo de verdad. Alcanzó sus momentos más altos durante la lidia del segundo, que cumplió, diseñando las suertes con acierto y llegando con fuerza a los tendidos. Mostró de nuevo su disposición en el quinto, un mansurrón que le dio escasas opciones, aunque Ribeiro le planteó batalla.
El joven Joao Maria Branco dejó patente sus buenos deseos pero sin redondear una faena con altibajos en el tercero, un toro complicado. Mejoró bastante al lidiar, con buen concepto, al codicioso que cerró plaza. Dibujó varias suertes con emoción, que el público ovacionó cariñosamente.
Noche de valientes, así se pueden calificar las valorosas prestaciones de los dos grupos de forcados amadores de Montemor y de Lisboa, que causaron un justificado alboroto al realizar las “pegas de caras”.
Lisboa (Portugal), jueves 3 de julio de 2014. Toros de Murteira Grave, de magnífica presentación, encastados y con movilidad. Antonio Telles: Vuelta y vuelta con llamada a los medios; Victor Ribeiro: Vuelta y vuelta; Joao María Branco: Ovación y vuelta. Entrada: Casi tres cuartos. Antonio Telles recibió el Trofeo RTP a la mejor lidia, y el forcado Romao Tavares (Montemor) el trofeo a la mejor pega.
