La época contemporánea del toreo está señalada por dos o tres jalones mayores. Uno, la reaparición inesperada de Antoñete y Manolo Vázquez, auspiciadas las dos por la visión de Manolo Chopera. Visión de futuro y pasado a la vez. El retorno a las fuentes clásicas. El cambio radical de gestión y estilo de la plaza de las Ventas, con la irrupción del propio Manolo Chopera, y, de paso, una transformación radical del espectáculo: su modernización.
El aumento de volúmenes y de agresividad del toro en Madrid. La apertura todavía tímida y sin definir a las televisiones. Y la asimilación del modelo francés de corrida: fiesta mundana y galante, implicación de los poderes públicos, la nueva economía. Todo eso empezó a pasar en 1981, el primero de los nueve años de Manolo Chopera como empresario de Madrid. Doce años de la muerte de Manolo Chopera en una clínica de San Sebastián se cumplieron hace solo siete días.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1928