El prometido encuentro entre la Ministra de Cultura y los toreros se ha activado. Tanto que tiene fecha. No le tengo ninguna fe a lo que pueda salir de esa reunión. Más allá de la foto…
El prometido encuentro entre la Ministra de Cultura y los toreros se ha activado. Tanto que tiene fecha. No le tengo ninguna fe a lo que pueda salir de esa reunión. Más allá de la foto no creo que haya más que indefinición. Hay que ir porque hay que ir y si hay que ir se va, aunque ello suponga hacerle el juego a la señora ministra que navega en una tibieza que asusta o directamente parece asustada cuando habla sobre el toreo. Se siente cogida y se aflige. Eso se le nota. Y esa misma sensación parecen compartirla todos los implicados que se citaron, quedaron para más adelante, algo así como esos ¡Nos vemos!, ¡A ver si quedamos! de compromiso con el que nos despedimos de unos vecinos pesados con la intención de no volverlos a ver fundamentalmente porque no sabes qué decirles o no te caen bien. Pues algo así parece pasarle a la ministra, incluso a los toreros, que no saben qué decirles o para qué se van a reunir porque de lo contrario hubiesen forzado el cuaderno de ruta y si ellos tenían obligaciones mayores por estar en temporada, aunque no está demasiado claro que mayor obligación puede haber para un torero que asegurar el futuro del toreo, hubiesen mandado a sus representantes, apoderados o compañeros más libres. Por eso digo que tampoco los toreros tienen muy claro qué pueden sacar en claro si me permiten el trabalenguas de una reunión con una ministra que nunca dejó claro, al contrario que su antecesora pongo por caso, Carmen Calvo, su apoyo a la Fiesta, tan poco claro que cada vez que le han preguntado por la cuestión ha encendido un cirio a los dioses del toreo y otro a los diabólicos insultadores que nos asaltan cada tarde en las puertas de la plaza. Aún así si hay que ir se va, pero insisto, no le tengo fe alguna a lo que pueda dar de sí la reunión porque el PSOE anda dando una de cal y otra de arena según el territorio donde actúe y porque queriendo o sin querer los populares se les han adelantado en la defensa del toreo y los efectos inmediatos, cosas de políticos, en esos casos es posicionarse enfrente de los de enfrente para que nadie saque réditos políticos y en este caso me temo que quien pague los malditos intereses de tanto enfrentamiento sea el mismo toreo. Y no crean que no me gustaría equivocarme, así que si hay que ir que vayan. Nuestro apoyo pero…
