Oreja para Posada de Maravillas frente al primero, el mejor del desigual encierro de Flor de Jara; y vuelta al ruedo de Alejandro Marcos, al que sólo le falló la espada.
FOTOS DE JULIÁN LÓPEZ DEL FESTEJO
Fotos: JULIÁN LÓPEZ
Bueno el primer novillo de Flor de Jara, que tuvo movilidad y temple. Posada de Maravillas sacó a flote su personalidad y corrió bien la mano, logrando tandas ligadas en las que brilló la estética y la plástica de sus muletazos. Labor abundante, rematada de una estocada y premiada con una oreja.
Sacó poder el cuarto, un novillo exigente y muy vivo, de embestida muy seca y que no regaló nada. Ejemplar nada sencillo, de los que plantean serias dificultades. Posada de Maravillas hizo un esfuerzo, quiso atemperar la tendencia del animal a no entregarse. Faena de empeño y tesón en la que parte del público apostó más por el novillo. Lo mató con diligencia. Ovación para el novillo. Silencio para el matador.
Áspero resultó el segundo ejemplar, un novillo que se movió con incierto son y que exigió mando y firmeza. Las dos cosas las puso sobre el tapete Alejandro Marcos que estuvo muy sólido y meritorio, logrando muletazos muy serenos. Desafortunado con los aceros, fue silenciado.
El quinto novillo protestó y se quedaba debajo en los embroques, sin tirar nunca hacia adelante. Alejandro Marcos expuso mucho, jugándose el tipo con aplomo y sinceridad. Muy metido con el novillo, buscando el pitón contrario y pisando los terrenos del animal con notable seguridad. Fue volteado espectacularmente sin llegar a ser herido. Faena de mucho corazón y fondo de raza del salmantino. Alarde de capacidad y valor. Estocada y descabello. Vuelta al ruedo. Mereció más reconocimiento.
Enfibrado, suficiente y muy puesto anduvo Roca Rey frente al tercero, un novillo muy noble y con calidad pero carente de raza y justo de fortaleza. Ninguno de esos defectos le importó al peruano, que lo toreó con gran asiento, temple y despaciosidad. Todo lo hizo el novillero. Brillante estilo, sutilidad, el modo de torear con los vuelos y las muñecas. La estocada dio paso a la oreja.
Capacidad de Roca Rey frente al sexto, que embistió descompuesto. Ni una duda, ideas claras y mente despejada para ponerle la muleta en la cara y tirar de él en una faena dominadora y tenaz. Se rajó el de Flor de Jara. Sólido y ambicioso el peruano, buscando con ímpetu el triunfo. Mató de una estocada, resultando volteado y con una cornada en la cara interna tercio medio del muslo derecho. Se quedó en la plaza y descabelló al astado. Recogió la oreja que pidió el público y se fue con ella hasta la enfermería para ponerse en manos de los doctores.
Villaseca de la Sagra (Toledo), 7 de septiembre de 2015. Novillos de Flor de Jara, bien presentados, de finas hechuras, variados de tipos y de juego desigual. El mejor fue el 1º, con movilidad y clase. Tuvo calidad el 3º, pero le faltó raza y fuerza. Se movió pero descompuesto el 6º, que acabó rajado. Encastado el exigente 4º. Faltos de empuje y fondo 2º y 5º. Posada de Maravillas, oreja y silencio; Alejandro Marcos, silencio y vuelta al ruedo; y Roca Rey, oreja y oreja. Entrada: Tres cuartos largos.
PARTE MÉDICO DE ROCA REY.– “Herida por asta de toro en cara interna tercio medio muslo derecho de 18 centímetros con una profundidad y dirección hacia arriba y afecta a los abductores. Se le ha hecho una limpieza de la herida, un friedrich y se le ha dejado drenaje. Se aprecia también posible lesión en el dedo de la mano izquierda, pendiente de estudio radiológico. Trasladado al Hospital Virgen de la Salud de Toledo”.
