Miguel Ángel Perera ha pasado la noche sin fiebre y tranquilo en el hospital Santísima Trinidad de Salamanca, donde está ingresado tras el grave percance sufrido este martes en la plaza de toros de La Glorieta. El diestro ha podido descansar después de la larga operación a la que fue sometido en la enfermería del coso salmantino.
A pesar de que su estado todavía es grave y las próximas 48 horas serán muy importantes para su evolución, de momento las analíticas han arrojado buenos resultados.