En su primera tarde en San Isidro vivió en sus propias carnes la incomprensión de una parte del público de Madrid. Asume y con naturalidad, esa exigencia de la afición y reconoce que la mejor respuesta a esa situación es seguir siendo fiel a sí mismo. Su compromiso con Las Ventas está intacto y por delante tiene todavía dos tardes más en el abono: las corridas de Pedraza de Yeltes y Adolfo Martín. Torero con carácter y personalidad, su carrera ha sido una dura prueba de superación que ha ido venciendo con la ambición de quien quiere y ansía ocupar los puestos de privilegio en el toreo.
– “Sé que va a ser un San Isidro muy exigente para mí visto lo de mi primera tarde pero entiendo y asumo que me pongan impedimentos en las grandes ferias”
– “No voy a rehuir de las corridas duras pero sí voy a renunciar a que me las impongan. No quiero encasillarme con un cierto tipo de toro porque eso me limitaría mucho como torero”
– “Quiero seguir el nivel ascendente que vengo marcando, no me conformo con lo que soy sino que ansío ser mejor torero cada año. Mi objetivo es crecer, crecer y crecer”
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