La revolera, por Paco Mora

Con el bueno y con el malo

Paco Mora
jueves 07 de julio de 2016

Con el bueno y con el malo, Roca Rey ha dado un gran paso hacia el trono del toreo en Pamplona. Con un valor recio, seco, sereno y una impasibilidad sobrecogedora cuando los pitones le puntean los muslos, se metió a la afición y a las peñas en el bolsillo.

Roca Rey ha dado hoy en la primera corrida de toros de San Fermín una dimensión, ante un importante encierro de Fuente Ymbro, que hace prever que si los toros le respetan puede convertirse muy pronto en una cumbre del toreo. Con el tercero, un toro duro y difícil, se ha fajado como un león aguantando sus desordenadas y peligrosas embestidas. La plaza olía a cloroformo y, poniéndonos cursis, podríamos decir que “se mascaba la tragedia”. A cambio de una cornada en el escroto le ha arrancado una oreja al regalito, sin duda el garbanzo negro de la tarde. Remendado de urgencia en la enfermería, salió en el sexto y le cortó las dos orejas a un gran toro de Fuente Ymbro, un toro con dos velas impresionantes que asustaron a todo el mundo menos al peruano.

Con el bueno y con el malo, Roca Rey ha dado hoy un gran paso hacia el trono del toreo en Pamplona. Con un valor recio, seco, sereno y una impasibilidad sobrecogedora cuando los pitones le puntean los muslos, se metió a la afición y a las peñas en el bolsillo. Incluso el alcalde de “Bildu”, recibido a su llegada al palco presidencial con una bronca que le hizo tambalear la chistera, sacó a la vez los dos pañuelos y la cinta que daba vía libre a la vuelta al ruedo del magnífico ejemplar de Ricardo Gallardo. Sin remolonear lo más mínimo.

Tres toros de seis de la corrida de Los Romerales han embestido por abajo, con calidad clase y bravura. Con mucha suavidad el primero y con gran clase el segundo. Sobre la actuación de Miguel Abellán en el que abrió plaza, me ceñiré a las declaraciones del madrileño a pie de callejón: “He estado muy inteligente”. Modestia aparte es cierto que se le ha visto hábil, profesional y sobrado de conocimientos con sus dos adversarios. El lorquino Ureña ha lucido en el notable segundo y en el quinto de la tarde su ya proverbial calidad con la zurda. Pero… La espada es su cruz.

Claro que con un tsunami como el que se les vino encima con Roca Rey, tampoco se les presentaba la tarde para muchas euforias. Aguantar el tipo ante el turbión no era empeño fácil.

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