Ha sido una temporada muy severa con los toreros. Año de sangre y lágrimas, de cornadas gravísimas como las de José Tomás, Julio Aparicio o Arturo Macías, y las de banderilleros como Luis Mariscal y Jesús Márquez. Este de 2010 pasa a la historia como año cruel, con numerosos percances de extraordinaria relevancia. Aquí están los datos.
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