PORTUGAL

Parreirita, colosal en Lisboa

Dos bellas lidias clásicas de Antonio Telles y Duarte Pinto en el cierre de la temporada de Campo Pequeno
Andrade Guerra
viernes 14 de octubre de 2016

Emotivo homenaje al maestro Lupi, en presencia de los hermanos Ángel y Rafael Peralta y Álvaro Domecq.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JOAO SILVA

Fotos: JOAO SILVA

La temporada de Campo Pequeno finalizó en modo triunfal con la tradicional corrida a la Antigua Usanza Portuguesa, iniciada con una evocación a los festejos reales del siglo XVIII. Además de ello hubo toreo de muchos quilates y un auténtico zambombazo del joven Parreirita Cigano, que dejó una inmejorable impresión de cara a la próxima temporada.

Parreirita, que ya había triunfado este año en la capital, demostró ahora que los éxitos que viene cosechando no son casualidad sino el resultado de sus virtudes como torero. Frente al toro que cerró plaza, encastado y codicioso, desarrolló una lidia sencillamente colosal, de sólido contenido artístico, diseñando las suertes con una seguridad sorprendente en un principiante. Serio pero vibrante, enloqueció al público a lo largo de su actuación. Incomprensible que el premio quedara en una sola vuelta cuando hizo méritos para dos o tres.

CLASICISMO DE ANTONIO TELLES Y DUARTE PINTO

El maestro Antonio Ribeiro Telles se mantuvo en la línea de regularidad triunfal que ha caracterizado su campaña. Plasmó su concepto clásico del toreo frente a un toro manso que rompió plaza. De poca transmisión el toro, Ribeiro Telles eligió con sabiduría los terrenos adecuados a la ejecución de las suertes en una faena a más. Logró, además, sacar el máximo partido posible de su oponente.

Duarte Pinto volvió a dar muestras de la solidez de su estilo. Ante el cuarto, construyó una obra maciza e hizo alarde de su pureza en cada momento de la lidia. En el toreo de frente y de poder a poder, supo aprovechar la buena pero exigente condición del toro para luego clavar con mucha verdad. Mucha capacidad de Duarte Pinto que se afianza como un gran lidiador.

Actuación muy solvente la llevada a cabo por Antonio Brito Paes con el segundo. Faena elegante, con detalles de buen gusto, donde clavó con acierto y se gustó en los remates. A pesar de no torear demasiado, su carrera está avanzando positivamente. Marcos Bastinhas se entregó como un huracán en la lidia del tercero, un magnífico toro pero mermado de fuerzas, hecho que restó brillantez a una labor de mérito aunque con altibajos. Asimismo, lsu faena fue jaleada por el público.

Miguel Moura armó un alboroto desde el primer momento. Faena de mucha intuición, con el ajuste marca de la casa y una nítida progresión técnica. Invadió con valor y suficiencia los terrenos del quinto, que tuvo movilidad y permitió a Moura levantar a los espectadores de sus asientos con los quiebros en el tramo final de su labor.

Hubo una valiente exhibición de los grupos de forcados amadores de Lisboa y Coruche, que se encargaron de las pegas de cara. Dos notables forcados del grupo de Lisboa -Joao Vasco Lucas y Manuel Guerreiro- hicieron su despedida en un festejo con ambiente triunfal.

Lisboa (Portugal), jueves 13 de octubre de 2016. Toros de Fernandes de Castro, con trapío, encastados y manejables. Antonio Telles, vuelta; Brito Paes, vuelta; Marcos Bastinhas, vuelta; Duarte Pinto, vuelta; Miguel Moura vuelta; Parreirita Cigano, vuelta. Entrada: Casi lleno. Al iniciarse el festejo, el maestro José Samuel Lúpi recibió el trofeo Prestigio, acompañado por los hermanos Peralta y Álvaro Domecq.

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