Borja Domecq Solís es un referente, historia del campo bravo. Santo y seña en la ganadería de Jandilla. “Sobre todo historia porque eso es lo que soy, pasado. Desde el 31 de octubre de 2016 la ganadería se encuentra totalmente en manos de mi hijo Borja Domecq Noguera, que tiene 43 años y muchos conocimientos. Es su hora como fue la mía en su momento”, revela el ganadero en una amplia entrevista publicada en el Aplausos de esta semana. “Los lotes y los tentaderos de este año ya los ha hecho él”, subraya.
¿Ha costado apartarse y echarse a un lado?, surge obligada la pregunta. Y la respuesta también, a modo de sabiduría y honestidad. “No me ha costado nada, al contrario. Para mí es una satisfacción ver a mi hijo trabajando en la ganadería y el campo. Tiene muchos conocimientos y es un gran ganadero”.
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