“La lidia del toro ha de ser completa en los tres tercios. Poco a poco hemos ido renovando la suerte de varas con el objetivo de enseñar la bravura del toro porque si no hay pelea, no hay fuerza y no hay poder, no hay importancia. Ha de existir y es fundamental un equilibrio entre el toro y el equipo que forman el picador y el caballo, no puede ser una lucha desproporcionada. El éxito de Vic-Fezensac es la apuesta por caballos ligeros y con movilidad. Los aficionados tenemos la obligación de defender la autenticidad y esta parte de la Tauromaquia, que sea un espectáculo completo. El protagonista de una corrida es el toro pero existen actores complementarios a los que hay que dar también importancia como son los picadores y los caballos de picar. La renovación y la recuperación de la suerte de varas es una cuestión de educación taurina y de afición. Siempre he creído en la suerte de varas como un espectáculo dentro de la corrida de toros, poco a poco me van tomando más en serio aunque hay que seguir trabajando para recuperar la confianza de los profesionales en quienes creemos en este tercio de la lidia”.