CÁCERES.- FERIA DE SAN FERNANDO

Perera marca el presente, De Justo señala al futuro

El extremeño abre la puerta grande; Emilio de Justo corta una oreja, al igual que Cayetano
Antonio Girol
domingo 28 de mayo de 2017

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE JUAN CARLOS TERROSO

Fotos: JUAN CARLOS TERROSO

Tras finalizar el paseíllo, el público rompió en una fortísima ovación hacia Emilio de Justo, que la recibió desde el tercio e invitó a sus compañeros a compartir el reconocimiento.

El primero apretó para adentro en banderillas poniendo en aprietos a Barbero y Curro Javier. Le recetó Perera de esa medicina tan suya del mando traducida en embarcarlo por delante y llevarlo toreado hasta más allá de la cadera. De esa manera lo ahormó para luego torearlo al natural teniendo siempre que perderle un paso para poder ligar. Acortó distancias en las siguientes series, ya por el derecho, en esos terrenos donde el extremeño expresa perfectamente su tauromaquia que abrochó con bernadinas. Oreja. Palmas al arrastre para el toro.

El cuarto fue muy protestado por la mansedumbre que evidenció en el primer tercio. Que el toro rompiese hacia adelante fue mérito exclusivo de Perera que le dio la lidia que necesitaba. Primero, llevándolo muy toreado en la primera serie para, en las siguientes, darle distancia y aprovechar la inercia de la embestida del toro para ligar los muletazos por ambos pitones en una demostración palmaria de maestría y saber hacer propia de una figura madura. Oreja.

El terciado que hizo segundo hizo cosas de manso en el capote. Se frenó y echó las manos por delante, además de dolerse en banderillas. Pero tenía una virtud, que humillaba. Se dobló con gusto Cayetano en los muletazos de tanteo y encontró el eco de los tendidos. Especialmente en un pase del despreció de bella factura. A pesar del esperanzador inicio la faena no rompió porque el animal se defendió soltando la cara y quedándose cada vez más corto, por lo que Cayetano optó por doblarse antes de dejar media en buen sitio que precisó del descabello. Pitos al arrastre. Ovación para el torero.

Con el quite de ronda subió los decibelios Cayetano en el quinto. Otro toro que al igual que sus hermanos pecó de mansedumbre. Saludaron en banderillas Iván García y Alberto Zayas. La faena de Cayetano fue de altibajos. Mezcló momentos en los que no terminó de acoplarse con su antagonista con otros en que sacó a relucir ese gusto que se le supone, como en una serie al natural muy enfrontilado o los ayudados por alto, a dos manos, con los que cerró al toro para entrar a matar que le sirvieron para calentar al público y, junto con la buena ejecución del volapié, le sirvieron para cortar una oreja. El toro fue despedido con palmas.

Intentó gustarse en el recibo Emilio de Justo, pero el toro no le permitió más que unos cuantos lances y una bonita media porque el animal salía distraído mirando al tendido. Defecto que evidenció durante toda la faena de muleta obligando a De Justo a tener que plantearle faena en las dos rayas y tener que llevarlo muy tapado para evitar las huidas. Encontró mejor acomodo por el izquierdo y por ese pitón fue sacándole naturales de buen trazo. Terminó en tablas consiguiendo que el toro tomase las tandas en redondo para gozo de sus paisanos ante el toreo encimista que se vio obligado a enjaretar. Pinchó dos veces antes de enterrar el estoque. Ovación al torero. Pitos al arrastre.

El compromiso de Emilio de Justo con su afición quedó patente yéndose a porta gayola en el sexto. No por el hecho de irse a la puerta de chiqueros sino por cómo habían salido los de Charro de Llen hasta ese momento: frenándose o andando. Tras el saludo con la larga, lanceó a la verónica mientras la banda atacaba con una jota para envolver con las notas el buen toreo de capa del diestro de Torrejoncillo. Lucido resultó el quite por chicuelinas. Tiene De Justo un concepto muy puro y artístico. Y así lo mostró en la faena de este sexto al que pulsó para extraerle los muletazos casi de uno en uno por culpa de la falta de transmisión del animal. No se arredró el cacereño que a base de tiempos y una excelente colocación puso todo lo que le faltaba a su antagonista. Faena de muchísimo mérito por todo cuanto hizo en la cara del toro, pero sobre todo porque exprimió al desrazado animal con una enorme demostración de honradez. Lo fácil hubiese sido tirar de recursos y en cambio él optó por la pureza. Lástima que, como le ocurriese con el anterior, no anduviese fino con la espada porque su excelente disposición hubiese merecido mejor rúbrica. Oreja.

Cáceres. Feria de San Fernando. Toros de Charro de Llen, terciados y mansos. Miguel Ángel Perera, oreja en ambos; Cayetano, ovación y oreja; y Emilio de Justo, ovación y oreja. Entrada: Algo más de media plaza. Saludaron en banderillas Iván García y Alberto Zayas tras parear al quinto.

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