FERIA DEL CORPUS

El Fandi y Roca Rey, triunfadores, salen a pie de Granada en señal de luto

El granadino y el peruano cortaron tres orejas cada uno con una buena corrida de Salvador Domecq
Mª Dolores Martínez
sábado 17 de junio de 2017

GALERÍA DE ARJONA DEL FESTEJO

Fotos: ARJONA

Enrique Ponce tuvo que hacer un esfuerzo enorme para mover al que rompió plaza, cuya falta de fuerza y de raza se hizo más que evidente desde el saludo. El valenciano adelanto el engaño, tiró con conocimiento y suavidad de las remisas embestidas para fijarlo en la muleta y poder hilvanar series con las dos manos. Mató de estocada efectiva y escuchó palmas.

Sólo Ponce vio lo mucho que podía sacar de un toro que no llevaba absolutamente nada por dentro por su feo estilo y mansedumbre. Un regalito, que quiso brindar además al público, porque sabía que su enorme capacidad, inteligencia y dominio acabaría por fijar al toro y, a la postre, mandar en él con muletazos de mucho mérito, que supo reconocer el tendido. Hasta se le pidió un segundo trofeo tras aviso.

Un arrollador ramillete de tres largas cambiadas y verónicas con la rodilla genuflexa y a pie, rematadas con media de rodillas fueron sólo la declaración de intenciones de un Fandi que salió al ruedo hecho un león. El quite por lopecinas y el poderoso tercio con los rehiletes siguieron llenando de variedad y emoción una faena que, muleta en mano, prologó con un inicio vibrante de rodillas y con un redondo imponente en la cara del toro. El Fandi aprovechó la casta y el pitón derecho del astado para instrumentar series de mano baja y trazo largo en una primera fase y luego más apretadas aún cuando el toro decayó en cuanto a motor. Tras las manoletinas se fue detrás de la espada como un cañón y corto las dos orejas. El toro, premiado con la vuelta al ruedo.

El Fandi cortó una oreja de mucho peso frente al sobrero de Salvador Domecq, que hizo quinto. Un toro muy difícil por bruto y violento, que le complicó todo, incluso para banderillear, pero con el que tragó, se fajó y mostró cabeza fría. La faena, seguida con preocupación por el público, tuvo el deseado colofón con la espada. Se le pidió un segundo trofeo.

Arrolladora y apabullante la actuación de Roca Rey ante un gran toro de Salvador Domecq con el que el peruano se rompió por completo y pareció no haber distancias nunca entre el astado y su lidiador. La emoción se sintió ya con fuerza en el quite por caleserinas, saltilleras y tafalleras pero la plaza acabó poniéndose en pie tras una labor en la que se pasó con suficiencia y enorme quietud al astado, a milímetros de la taleguilla, en series al natural y con la diestra en las que arrastró la muleta, cambió de manos y se pasó al toro por la espalda sin inmutarse. El redondo invertido, la arrucina y las manoletinas de cierre que dieron paso a la estocada convirtieron la plaza en un clamor. Paseó las dos orejas tras aviso.

Roca Rey supo redondear con su segundo oponente una nueva actuación que sólo tuvo el lunar de la espada, al matar de metisaca y pinchazo hondo. Su labor, premiada con una oreja, volvió a desarrollarse en la cercanía y todo cuanto hizo tuvo el sello de la naturalidad, la clase y el valor sereno. Los dos triunfadores de la tarde abandonaron a pie la plaza en compañía de Ponce por el fallecimiento de Ivan Fandiño y Roca Rey tampoco paseó el trofeo.

Granada. Sábado, 17 de junio de 2017. Tercera de la Feria del Corpus. Toros de Salvador Domecq, bien presentados. Destacaron el 2º, premiado con la vuelta al ruedo; y el 3º y el 6º, nobles. Enrique Ponce, palmas y oreja con petición de la segunda tras aviso; El Fandi, dos orejas y oreja; y Roca Rey, dos orejas tras aviso y oreja. Entrada: Más de tres cuartos de plaza.

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