Un cuarto de plaza y minuto de silencio por Gregorio Sánchez.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL FESTEJO
Fotos: Plaza 1
Uceda Leal tuvo que tirar de firmeza en el primero de la tarde, un toro de Martín Lorca con poca clase y sin ninguna voluntad de embestir. Pasaba, de vez en cuando, y porque le obligaba el madrileño. Y sin transmisión ninguna. Mató de pinchazo y estocada. Ovación con saludos. Había brindado al cielo en memoria del maestro Gregorio Sánchez.
Tras unas verónicas lucidas, Uceda Leal brindó la labor del cuarto al público. Bien anduvo el madrileño con el de Martín Lorca, al que pudo sacarle series que llegaron al tendido a pesar de tener que cuidar a su oponente por la escasez de fuerzas. Muy obligado, perdía las manos. Así, la labor fue perdiendo importancia. No por el torero, sino porque el toro iba apagándose. Media estocada perpendicular y descabello fueron la firma. Ovación con saludos con división de opiniones.
En muletazos sueltos se basó la faena de Ricardo Torres al segundo, que tuvo poco recorrido y fue brusco, sí; pero quizás porque no tuvo unas distancias y colocación acertadas por parte del torero maño. Raza puso Torres, pero en vano. Y, al final, entró el viento en la faena. Con la espada, dejó un número considerable de pinchazos y dos descabellos. Silencio tras aviso.
Muy parado resultó el quinto. Ya marcó ese defecto en banderillas y siguió en la muleta. Lo intentó Ricardo Torres, que brindó al público, pero todo quedó en intenciones. La estocada, casi entera y atravesada, y la gran cantidad de descabellos tampoco contribuyeron a dejar buen sabor por parte del aragonés. Pitos tras dos avisos.
Qué claro lo vio Iván Vicente en el tercero. Tras un buen recibo capotero y un brindis al cielo, el madrileño logró que rugiera Las Ventas al natural, a pesar del viento y la lluvia. Series templadas, lucidas, con gusto y sin precauciones. Alguna logró también por el derecho, pero el pitón del toro era el izquierdo y lo aprovechó Vicente. El toro, noble, con clase, que llegó a casi entregarse pero que se fue apagando. Faena larga, pero nada tediosa. Lástima el pinchazo previo a la estocada. Ovación tras aviso que saludó desde el callejón.
Buen capote, suave, cuidado, de nuevo de Iván Vicente en el sexto, un toro con mucha clase pero que se estrelló en el burladero y empezó a dar señales de notable debilidad. Empezaron las protestas y, tras perder las manos en banderillas, fue devuelto. Pero a Iván Vicente no le importó si era el titular o el sobrero de Cortijo de la Sierra. Empezó con doblones de lujo para llevarlo a los medios y siguió con tandas llenas de despaciosidad, de cadencia. Dándole sus tiempos y respetando las distancias que el toro pedía. No era fácil, exigente en ritmos y en toques. Pero supo qué teclas tocar Iván Vicente. De postre, remates por abajo de cartel que hicieron vibrar al respetable. Y estocada entera. El único “pero”, que tardó en caer el toro y necesitó descabello. Oreja tras aviso.
Madrid, domingo 25 de junio de 2017. Toros de Martín Lorca. Devuelto el 6º por flojo durante el tercio de banderillas, siendo sustituido por un sobrero de Cortijo de la Sierra. Muy bien presentados, nobles y manejables, en general. Destacó el 3º por clase. Uceda Leal, ovación con saludos y ovación con saludos con división de opiniones; Ricardo Torres, silencio tras aviso y pitos tras dos avisos; e Iván Vicente, ovación tras aviso y oreja tras aviso. Entrada: Un cuarto. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Gregorio Sánchez, fallecido el pasado jueves.
