Entrevista antes de su comparecencia en Vista Alegre

José Garrido: “El toro es justo pero el toreo no”

Bilbao y Garrido, Garrido y Bilbao, o lo que es lo mismo, una mezcla perfecta entre un torero y una plaza que congeniaron desde el primer día
José Ignacio Galcerá
miércoles 23 de agosto de 2017

-Es nombrarle Bilbao y se le dibuja una sonrisa en la cara.

-Es la plaza que me ha otorgado el sitio y la categoría que tengo ahora mismo. Llegar a Bilbao y triunfar hizo que se me abrieran muchas puertas y que mi nombre se relanzara, así que es la plaza a la que más cariño le tengo profesionalmente porque es la que más me ha dado.

-Da la sensación que además los triunfos en Bilbao siempre han llegado en el momento justo. Primero para reafirmar una trayectoria importante como novillero y en 2016 para dar el aldabonazo que necesitaba.

-Lo del año pasado fue una bocanada de aire fresco para mi temporada. No te voy a decir que me ha servido para ponerme en un lugar privilegiado pero sí para que mi nombre suene y tenga ambiente en las plazas de primera. El año pasado -hasta que llegó Bilbao no había puntuado como esta temporada sí ha ocurrido en plazas como Sevilla, Pamplona o en Madrid, que aunque no haya cortado orejas sí he dado la cara…- sólo tenía el triunfo de Valencia, que aunque salí a hombros parece que se olvidó rápido, pero en agosto llegó ese triunfo tan oportuno en las Corridas Generales.

-Además pudieron haber sido dos puertas grandes en lugar de una.

-Pues sí, pero el destino no lo quiso así. Fue una pero conseguida a ley y por derecho propio.

-Un año después de aquello, ¿qué recuerdos guarda?

-La primera tarde la recuerdo muy dura en lo personal, la afronté sabiendo que me jugaba mucho, se vio a un torero dispuesto, entregado y siempre dando el paso adelante que en una plaza de primera no es sencillo. Fue de esos días en los que das el 100% y además se vio que lo daba. Anímicamente me sirvió mucho. Y la segunda tarde fue la recompensa a todo lo anterior, tuve también la suerte de que saliese un sobrero como aquel de Fuente Ymbro después de que saltasen seis toros y no ocurriese nada en la corrida. Era el broche que tenía que tener esa feria para mí.

-¿Se siente torero de Bilbao?

-Me siento identificado completamente con la plaza, la afición me respeta y me quiere mucho. No sé si eso significa ser torero de Bilbao o no, pero en lo que a mí respecta sí que me siento torero de Bilbao.

-¿Se inspira más en Vista Alegre?

-No sabría explicarle qué ocurre exactamente, vivo sensaciones diferentes en todas las plazas. Lo que siento en ese patio de cuadrillas cada vez que lo piso es tranquilidad y felicidad, tengo un compromiso muy grande con la afición y con la plaza que me hace salir al ruedo a dar lo mejor de mí.

Lo que siento en Bilbao es una sensación de tranquilidad y felicidad, tengo un compromiso muy grande con la afición que me hace salir al ruedo a dar lo mejor”

-Después de una trayectoria tan exitosa aquí. ¿Afronta la tarde de una manera distinta a cualquier otra plaza?

-No, la clave precisamente es afrontar el compromiso de Bilbao con la misma entereza que lo he hecho siempre. Evidentemente soy consciente de lo que me juego porque es una de las plazas más importantes y eso supone un extra de responsabilidad, sé que tengo un cartucho fuerte en mi mano y trataré de aprovecharlo.

-¿En plazas como Bilbao es donde los toreros marcan las diferencias?

-Claro, claro. Como en todas las plazas de primera pero en Bilbao un poquito más por ese punto torista que tienen, por ese toro fuerte pero a la vez bueno de hechuras combinado con una afición seria y equilibrada en cuanto a la exigencia. Un triunfo aquí, por la categoría y la repercusión que tiene, te acaba identificando con la plaza, a mí me ha ocurrido.

-¿Cree que el triunfo en las plazas de primera categoría -a excepción de Madrid- ha perdido peso?

-Siento algunas veces que un triunfo como el mío en Bilbao sabe a poco, creo que no se están valorando como se deberían los triunfos en las plazas de primera y tengo la sensación que lo único que vale y cuenta es Madrid, con lo difícil que es conseguir un éxito allí. Se le debería dar más importancia a cortar orejas en Sevilla, Valencia, Pamplona… y no desmerecer lo que se hace en ese tipo de ferias. Antes los toreros tenían otras plazas y otros cartuchos más allá de Madrid para poder retomar la temporada y salir lanzado, mientras que ahora, aun cortando orejas en plazas de primera, vemos a diario lo que cuesta entrar en las ferias. Además…

“¿Si me cobraré las facturas cuando pueda? Mentiría si digo que no soy rencoroso. Como dice el refrán: Paciencia y memoria

-¿Qué?

-Se ha perdido ese punto de romanticismo y afición que daba categoría a los empresarios. Ya no se ve la apuesta de un empresario por un torero que está en buen momento y que puede sacar lo que lleva dentro, a día de hoy eso es lo que menos se mira, ahora sólo se fijan en las estadísticas.

-El cartel de este año, con El Juli y Alejandro Talavante, es uno de los más fuertes de la feria.

-Después de lo del año pasado, es lo que me merezco. Ni más ni menos. Es una de las pocas ferias en las que estoy acartelado con las figuras y es por derecho propio. Ahí sí que nadie me ha regalado nada y por eso estoy orgulloso de estar en ese cartel. Más allá de que podían haber sido dos tardes, creo que es mejor estar en una a gusto que en dos a disgusto. Así lo he elegido yo porque creo que es lo indicado y correcto.

El toro es justo pero el toreo no. Plazas en las que triunfé el año pasado ahora no es que no me anuncien, es que ni cuentan conmigo”

-En otras ferias se quedó fuera al no aceptar aquello que no consideraba justo.

-Más que nada por hacerme respetar. Cuando uno da la cara y más cuando le cortas las orejas a un toro y triunfas, qué menos que tengan conciencia de la categoría que me he ganado en el ruedo. No digo que me tengan que presentar la baraja y darme a elegir pero sí un mínimo de categoría.

-¿Es coherente con sus exigencias?

-Lo que pido es desde la sensatez y no nada del otro mundo. Simplemente quiero que valoren y respeten mi sitio. Por ejemplo: si un año triunfas, al siguiente se supone que debes mejorar, tener la posibilidad de coger más fuerza y mejorar tu cartel. Lo que se supone que hay que hacer aquí es crecer y avanzar, entrar en los carteles de las figuras, coger los días buenos de las ferias, pero no torear lo mismo un año después de haber triunfado.

-¿Cómo lleva el ritmo de la temporada?

-Estoy llevando a cabo una temporada bonita, aunque desgraciadamente no estoy teniendo toda la suerte del mundo en los sorteos. Estoy deseando que llegue ese toro en una plaza importante para poder cuajarlo a gusto.

-De memoria: oreja en Sevilla, una actuación buena en Madrid, otro trofeo en Pamplona, un indulto en Nimes…

-Está hablando de las principales plazas de inicio de año en las que todo el mundo quiere estar y no es fácil puntuar. Mi paso por ellas ha sido importante, he dado la cara en todas, lo único que me está faltando, y que sí tuve el año pasado, es espada. Se me ha complicado mucho esta temporada y he perdido triunfos pero es un handicap con el que jugamos los toreros.

-¿Le preocupa?

-Quería creer que era una cuestión de racha, pero cuando pinchas tantos toros y tan seguidos… sí me preocupa. El año pasado hubo dos o tres volteretas que me han afectado mucho y me ha costado cogerle bastante el sitio de nuevo aunque ahora ya he vuelto a matar algún toro bien como el otro día en Mont de Marsan. Poco a poco voy cogiendo de nuevo confianza pero sinceramente este año me ha costado mucho, sobre todo en plazas donde sale el toro fuerte y cuesta más tirar para adelante y hacer la cruz.

-Ahora le viene El Puerto de Santa María, Málaga, Bilbao, Bayona y Albacete. Casi nada.

-Esa es la recompensa a todo el sacrificio que he llevado hasta ahora en mi carrera. Ahora es el momento de aprovecharlo, no defraudar a nadie y tirar para adelante cada tarde que es lo que se me pide y se me exige. Estoy dispuesto a dejarme el pellejo y a dar un apretón de aquí a final de temporada, que sólo haya triunfos para que se acuerden de mí.

-Se le nota con la hierba en la boca.

-Estoy tranquilo, fresco y con la mente despejada. Con la responsabilidad de saber que tarde a tarde tengo que ir sumando, dando la cara en cada plaza que piso y hasta el día de hoy es lo que he hecho aunque no es fácil debido a las trabas que hay. Estoy feliz y a gusto.

-¿A qué trabas se refiere?

-Sobre todo a esas plazas donde he triunfado y luego no me han repetido. Según van saliendo carteles, se van sumando ferias en las que el año pasado salí a hombros y este año no me repiten. El toro es justo pero el toreo es injusto. Es lo que me está pasando a mí. Lo estoy viviendo en mis carnes, plazas en las que corté dos y tres orejas hace unos meses, hay ferias importantes en las que debería estar y no es que no esté anunciado, es que ni cuentan conmigo.

Se ha perdido ese punto de romanticismo y afición que daba categoría a los empresarios. Ya no se apuesta por un torero, ahora sólo se fijan en las estadísticas”

-¿Duele, llega a mermar anímicamente?

-Más que mermar o doler, lo que ocurre con estas situaciones es que te frustran porque sabes que es una injusticia lo que está sucediendo. En mi caso lo que me hace es más fuerte, sé por lo que tengo que pasar e intento que me condicione lo menos posible para sacar provecho de eso.

-¿Esas facturas las guarda en el cajón para cobrárselas cuando pueda?

-Si le digo que no soy rencoroso, le mentiría. Todos los toreros tenemos ese puntito ahí… y como bien dice el refrán: “Paciencia y memoria”, pero todo a su tiempo.

Fotos: ARJONA

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando