Leer una noticia

Engañado

Carlos Ruiz Villasuso
sábado 26 de agosto de 2017

Cuando callamos decimos que es por el bien de la Fiesta. Mejor no menearlo. Mejor. ¿Para quién? Vamos a ver. Vamos a ser sinceros y vamos a ser hombres que se visten por los pies: ¿Qué silencio es positivo cuando se trata de callar ante una barbaridad, una mentira, una irresponsabilidad y quién sabe si una ilegalidad de un pliego y concurso de arrendamiento que se declara inviable en menos de medio año?

Dijo el director gerente del Centro de Asuntos Taurinos en las Ventas, que no se sabe nada de nada de lo que se debería saber ya todo: qué va a pasar con la plaza más importante del mundo. Manuel Ángel Fernández, el hombre que dijo una y mil veces que el pliego era extraordinario, como lo dijo del consejero Garrido. El hombre que cuando Zabala y servidor (nadie más) dijimos que el pliego era una peste anunciada, una y mil contestó que la gran rentabilidad de la plaza eran las explotaciones y espectáculos no taurinos. Y resulta que no se pueden dar. Mintió dos veces. Una porque sabía que mentía y otra porque les consta que era mentira. No digo que faltó a la verdad. Afirmo que dijo mentira.

Si las informaciones son correctas dentro de esta ley del silencio que envuelve todo aquello que ha de envolver lo que no es limpio, la anterior empresa de las Ventas, Taurodelta, pedirá un dinero en concepto de lucro cesante por no haber podido celebrar eventos no taurinos que constaban en el pliego de condiciones, capítulos de explotación del inmueble. Es decir, que nos va a costar dinero del bolsillo a todos los madrileños una mala gestión de la propiedad de la plaza, la Comunidad. Digo a todos los madrileños, porque es simpático escuchar eso de que: eso lo paga la Comunidad. O sea yo, tú, él y ella. Porque la Comunidad vive de nuestros impuestos. A ver si vamos a pensar que Manuel Ángel o Cifuentes van a sacar dinero de su bolsillo para pagar nada. Lo sacan de mi bolsillo y del tuyo.

Aún no sabemos si la plaza, como recinto, no cumple los requisitos de seguridad para dar cabida a cualquier tipo de espectáculos o solamente no es segura para los espectáculos no taurinos. Es decir, que sí los cumple para dar toros y no para el resto. Mucho me temo que no cumple para nada, porque si las informaciones son correctas, la plaza no tiene licencia municipal de actividad. Para ninguna actividad, y es la Comunidad la que da un permiso especial. De ser así, resulta que estamos dando toros porque la Comunidad da un permiso. ¿Imaginamos que el gobierno de la Comunidad cambia de color? Adiós permiso especial y adiós toros.

Me pregunto cómo es posible que la irresponsabilidad llegue a tal grado de sacar a concurso un recinto público sin licencia de actividad, a sabiendas de que no se pueden celebrar espectáculos públicos no taurinos, o ningún tipo de espectáculos (insisto que aún no se ha aclarado) a riesgo de la seguridad física de los que por allí pasan. Por allí pasa hasta S.M. el Rey. Me pregunto cómo es posible que se tenga esta dejadez, desconocimiento y abandono a la Tauromaquia en Madrid. Madrid. Cómo es posible haber sacado a concurso público la gestión de un recinto y, en medio año, afirmar que hemos de detener su actividad (parte o toda) por cuestiones de normativas de seguridad. En menos de un año.

Y me pregunto por qué estamos tan callados. Cuando callamos decimos que es por el bien de la Fiesta. Mejor no menearlo. Mejor. ¿Para quién? Vamos a ver. Vamos a ser sinceros y vamos a ser hombres que se visten por los pies: ¿Qué silencio es positivo cuando se trata de callar ante una barbaridad, una mentira, una irresponsabilidad y quién sabe si una ilegalidad de un pliego y concurso de arrendamiento que se declara inviable en menos de medio año? ¿Qué silencio es beneficioso cuando callar es evitar luz y taquígrafos?

La prensa taurina ha sido educada (algo más quizá) respecto a todo lo grabado y publicado sobre los manejos delictivos de gente como Ignacio González o Pedro Antonio Martín Marín en las Ventas. Vamos a no perjudicar al toreo, claro. A callar. Claro, por el bien de la Tauromaquia. Cuántas veces cuántos recados del CAT para que no se hablara de ciertas cosas. Conmigo que no cuenten. Soy una rara especie de español que defiendo mis derechos, entre ellos la Tauromaquia, diciendo a un político que cobra de mis impuestos que no me mienta. Que no me engañe. Y me siento engañado por enésima vez.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando