“Siempre es un placer volver a Cuenca, y ahora más con un sentido muy especial, porque siempre será la última plaza en la que me vestí de luces”. Son palabras de Cristina Sánchez, quien este martes inauguró el azulejo conmemorativo de la tarde que la madrileña protagonizó el pasado año en este mismo escenario. Junto al alcalde de la ciudad, Ángel Mariscal, Cristina Sánchez descubrió un precioso mosaico con su imagen durante el transcurso de un acto en el que también estuvo presente su familia y el empresario Maximino Pérez.
“Cuenca es una feria muy bonita, muy trabajada y de las mejores de toda Castilla La Mancha”, destacó antes de expresar que todavía le produce una “gran emoción” ver el cartel de la reaparición, así como la placa que lo completa. También tuvo palabras de agradecimiento para todos los niños que padecen cáncer, “son pequeños grandes héroes anónimos que miran a la vida con la cara alta y siempre de frente y que asumen una responsabilidad que a su edad no les toca, dándonos una lección de vida a los adultos”.
Ángel Mariscal, por su parte, destacó la importancia de la feria taurina de Cuenca y la fiesta de los toros en general, “por su valor económico, cultural, histórico y tradicional”. Asimismo, quiso agradecer a Cristina Sánchez el gesto de reaparecer en Cuenca por un solo día y por una causa tan noble, algo por lo que “la ciudad le estará agradecida siempre”. Por otro lado, puso en valor el coso conquense, y es que “Maximino está convirtiendo en un auténtico museo la plaza de toros, colocando azulejos con los carteles de las feria taurinas de Cuenca”.
