La pincelada

Las cornadas de los tibios

José Luis Benlloch
martes 13 de abril de 2010

Los grandes estamentos del toreo -los decididamente profesionales- siguen sin dar un paso al frente en defensa de sus intereses. Digamos en defensa del toreo…

Los grandes estamentos del toreo -los decididamente profesionales- siguen sin dar un paso al frente en defensa de sus intereses. Digamos en defensa del toreo. Y si lo dan no trasciende y lo que es peor no se nota. La Mesa del Toro, las grandes asociaciones, y las menos grandes, del empresariado parecen estar instaladas en la inoperancia o en el limbo de los lamentos. Y otro tanto podríamos decir de toreros y ganaderos. Siento tener que reconocerlo, pero es así. Se limitan al apoyo presencial cuando hay alguna iniciativa, nunca se sabe bien si a título personal, corporativo u ornamental y vaya usted con Dios. Entiendo que con eso se entienden justificados, pero es evidente que con eso no basta.

Lo más sonado de la semana y lo más ambicioso ha corrido a cargo de nuevo de un medio informativo, en este caso ABC, que ha estado a la altura de su historia y se ha plantado en el corazón de la cultura barcelonesa para clamar su posicionamiento. De diez. Valientes y claros. Anteriormente fue la gente de El Mundo, en una apuesta informativa de gran nivel, quienes firmaron los actos a favor más decididos y sonados.

El resto de los titulares sobre la cuestión han sido de lo más tibios por mucho que a los aficionados acostumbrados a los malos tratos sobre nuestras personas y consideración, nos sepan a gloria. El ejemplo es la propia Ministra de Cultura, bajo cuya competencia reivindicamos estar. A pesar de algunos pinitos de aficionada de los que presumió cuando San Isidro ofrecía escaparates mediáticos, ahora, en lugar de propagar y clamar las virtudes del toreo, ha pedido respeto a los aficionados y se ha quedado en una orilla del río tan insípida y formalista como la de “no soy partidaria de prohibir”. Algunos aficionados hasta lo han celebrado. A mí me sabe a muy poco. Porque muchos sí somos partidarios de prohibir… prohibir la agresión, el insulto, los malos tratos… contra las personas, el que sufrimos tantas veces yendo a los toros, claro, prohibir las guerras, la explotación humana, el tráfico de armas, de narcóticos… y es evidente que no es ese nuestro caso. La ministra ha sido tan tibia, se ha mostrado tan interesada en quedar bien con los taurinos y con los anti, que me temo que no haya satisfecho a nadie. Su tibieza se ha convertido en una arrancada de manso acosado y nos ha arrollado, no quería herir pero… No es el momento para esos equilibrios. Escuchándola ya no estoy tan seguro de que nuestro sitio esté en Cultura.

Por cierto, ¿cuál es la postura del presidente Zapatero?… La sospechamos pero no la conocemos, y hasta es posible que nos haga favor con su silencio.

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