A la hora de realizar esta entrevista no han pasado 24 horas desde que Rubén Pinar cortara dos orejas (con petición de rabo) en su querida y exigente Albacete, y el de Tobarra ya está encerrado en el campo. Eso sí; no para de conceder entrevistas tras un zambombazo como el que protagonizó con un bravísimo toro de Torrestrella el martes 12, y de que cuatro días antes, en el mismo ruedo ya centenario, cortara tres orejas a su lote de La Quinta. No cabe en sí de gozo, lógicamente, pero es perfectamente consciente de que tan solo ha dado un paso más -dos, en realidad- hacia un objetivo que todavía queda muy lejos: volver a todas las ferias de categoría.
– “Estoy contento, las cosas están saliendo como soñaba, pero soy consciente de que no se me puede ir un pie ninguna tarde”
– “Los profesionales me decían antes, cuando empezaba, que el tren pasa una vez. A mí me pasó ese tren, me subí, y luego me bajé. También me decían que era casi imposible que pasara otra vez. Y aquí estoy. Intentando subirme otra vez”
– “Mi meta, que es volver a contar en todas las ferias con categoría, está lejos todavía. La tengo más cerca que hace un mes, pero todavía queda mucho trecho por recorrer”
– “La división de ganaderías duras o comerciales la utilizamos pero muchos no creemos en ella. Hay toros buenos y toros malos”
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