Sebastián Castella se mostraba exultante a la muerte del sexto toro, al que cortó las dos orejas: “Es maravilloso escuchar los olés de esta plaza. He podido disfrutar del toreo en esta ciudad maravillosa, así que estoy tremendamente contento”.
El matador francés, cuestionado sobre si su faena era merecedora del trofeo principal del serial, la réplica de la Catedral de Manizales, decía: “No lo sé, eso tendrá que valorarlo el jurado. Ha habido dos toreros que han cortado cuatro orejas tras cuajar grandes faenas y también podrían merecer ese galardón. Lo bonito del toreo y de la vida es competir”.