Los dos grupos antitaurinos que realizaban acciones contra el toreo en Francia se han disuelto. El Comité Radical Anticorrida (CRAC) y el Comité Radical Anticorrida Europa ya son historia tras la defensa jurídica llevada a cabo por el Observatorio de las Culturas Taurinas de Francia en los últimos años y que ha acabado desembocando en el fin de estas dos asociaciones.
“La clave fue alejarlos de las plazas de toros durante sus manifestaciones. Lo que pretendían no era otra cosa que generar disturbios y violencia ya que creían que por prevención las autoridades acabarían prohibiendo los festejos taurinos”, explica André Viard, quien añade: “Alejarlos hizo que sus concentraciones atrajeran cada vez a menos gente y desde hace un año sus convocatorias eran minoritarias”.
“Entendimos en su momento que el camino más lógico era el judicial. Ellos tienen derecho a manifestarse y a expresarse pero dentro de la legalidad, lo que ha ocurrido es que han sobrepasado la línea en muchas ocasiones”, recuerda Viard en referencia a las acciones violentas que el CRAC llevó a cabo en localidades como Rodilhan, Arles, Palavás o Nimes.
Además de las condenas impuestas y de la aplicación del perímetro de un kilómetro para que los antitaurinos se pudieran manifestar, dentro del CRAC surgieron disputas internas “que provocaron que se dividieran. Hubo problemas entre ellos, dimitió el Consejo de Administración, su presidente, Jean-Pierre Garrigues, estaba amenazado con la posibilidad de ir a la cárcel y todavía tiene pendiente dos juicios por dos acciones muy duras…”.
Ahora la amenaza, según André Viard, es el movimiento vegano, “aunque ellos tienen un objetivo más global que es acabar con el consumo de carne y en lugar de venir a las plazas de toros a manifestarse, van a los mataderos”.
