Busto Pepe MoralEl nombre de Pepe Moral ha vuelto a sonar este año. A pesar de haber sido una temporada corta, sus triunfos en Sevilla o Pamplona, o el reciente indulto en Illescas le han puesto de nuevo en boca de los aficionados. Una campaña en la que ha debutado con hierros tan exigentes como Miura, Escolar o Victorino Martín, saldando con éxito cada compromiso. “No me importa que me encasillen dentro de las corridas duras -señala el torero de Los Palacios-.Yo sería feliz si el año que viene me viera en todas las ferias matando una de Miura o de Victorino. Eso que dicen que cuando te ves anunciado con una de esas ganaderías no duermes, a mí me pasa todo lo contrario, dormiría la mar de a gusto. No tendría problemas en matar las camadas enteras. Descansaría mejor. No es lo mismo saber que puedes torear y abrirte tu camino que estar en casa y no saber cuándo vas a torear ni qué vas a torear”, asegura. Dos orejas en Sevilla con miuras, una en Pamplona con escolares y dos triunfos en Bélmez e Illescas con victorinos le avalan.
A pesar de ello, Moral no oculta que esperaba más contratos este año, sobre todo “después de las dos orejas de Sevilla y casi abrir la Puerta del Príncipe. Esperaba que hubiera más repercusión a nivel de contratos. He convencido al aficionado, que me quiere ver en las ferias, ahora tengo que convencer a los empresarios. Ojalá el año que viene los empresarios confíen en mí”. A pesar de ese triunfo, no pudo volver a la Maestranza por San Miguel para cubrir la baja de Manzanares, algo que le hacía especial ilusión aunque encaja con naturalidad: “Sé de mis circunstancias, la de cada plaza y la del toreo, no pude estar no por mí, sino por otros intereses que prevalecían. Yo intentaré seguir mi camino y tratar de estar anunciado desde un principio”.
Donde tampoco ha podido estar es en Madrid. San Isidro se cerró antes de su triunfo en Sevilla y para el final de la temporada no hubo acuerdo. Así lo cuenta el sevillano: “Madrid es una de las plazas en las que me siento a gusto y quiero ir siempre. Este año tras el triunfo de Sevilla la feria de San Isidro estaba hecha y no hubo sustituciones y quedamos en ir en Otoño. Cuando nos llamaron no me hablaron de la Feria de Otoño, sino de los desafíos ganaderos y creí que no era el trato que merecía. No era por la corrida, igual me equivoco, pero creo que después de triunfar en Sevilla, cortar una oreja en Pamplona, tener éxitos con escolar, cebada, victorino… pensaba que no debía estar en los desafíos, pero no por ser desafíos sino por estar fuera de Otoño. Era algo que no me convencía. Lo mismo que me ofrecían pero dentro de la feria hubiera sido que sí. Yo no pido ganadería ni dinero. A lo mejor me equivoco, pero lo siento así”.
