Fotos: ARJONA
A hombros salieron los dos protagonistas del festejo de Cantillana, García Navarrete y Juan Pedro Llaguno. Ante reses, de muy buena condición, de Los Azores -dos de ellos extraordinariamente bravos- los dos jóvenes novilleros supieron dar una gran tarde, mostrando sus avances en el toreo así como su crecimiento paulatino delante de la cara del novillo. Cuatro orejas logró el más veterano del cartel, García Navarrete, pero no se quedó atrás el debutante con picadores, Juan Pedro Llaguno, quien también le acompañó a hombros tras cortar tres orejas y dejar, sobre todo, la impronta del buen concepto del toreo que atesora, a pesar de su juventud.
Dos orejas del primero de la tarde logró cortar García Navarrete como premio a una actuación entregada y valiente, ante uno de Los Azores que se dejó pero que también mostró su genio. Completa la actuación del novillero, que lo cuajó de capote, incluido un quite por tafalleras. Trasteo de mucho mérito, entrega y exposición, en el que el novillero se mostró por encima de las condiciones del novillo. Lo más rotundo y hondo vino cuando García Navarrete se abandonó en el toreo al natural, ya al final de su actuación. Esta fue la tanda de mayor calidad, con un toreo roto por abajo, templado y muy profundo. Estocada en buen sitio y dos orejas.
Y con el que hizo tercero, un novillo extraordinario desde que salió de chiqueros hasta que finalizó su lidia, le cuajó una nueva actuación muy poderosa que le valió el doble trofeo. Bravo y repetidor. Noble y humillando siempre, entregado por ambos pitones, el novillo fue para soñar el toreo y García Navarrete lo supo aprovechar. Salió atacando desde el primer momento y, sin dudar, armó una faena sobre ambas manos con poder, dominio, hondura y mucha profundidad. Lo llevó siempre por abajo, metido en las telas. Entregado el novillo y encajado el novillero. Muy comprometido Navarrete en su actuación y muy dispuesto. Cuajó una gran actuación con un novillo que nunca dejó de embestir siempre hacia adelante e in crescendo. Estocada y dos orejas.
El segundo de la tarde se lastimó en el caballo y ello condicionó su comportamiento en el resto de lidia. Con mucha clase pero las fuerzas justas, ante él, Juan Pedro Llaguno debutó con los del castoñero dejando su tarjeta de presentación con una faena redonda por ambos pitones donde, además, supo entender las condiciones del de Los Azores. Alternó el toreo de dominio y buen gusto con el cuidado del animal, firmando lo mejor al natural. Fue por ese pitón por donde mostró el concepto puro de su incipiente toreo. Naturales de mano baja, hondos y profundos que remató siempre en la cadera. Fue lo más sentido de toda su actuación. Logró una oreja tras una media estocada trasera pero muy efectiva.
Con el que cerró plaza, otro novillo extraordinario como el anterior, que resultó bravo, codicioso, con calidad y humillación, Llaguno dejó su impronta de buen torero en ciernes. No le pesó la presión del debut con picadores de esta tarde y lo demostró volviendo a cuajar un trasteo sobre ambos pitones de mucho poder, hondura y calidad. Llevó al novillo cosido a la muleta, siempre por abajo, con mando y mucho sentimiento. Supo además improvisar delante de la cara de la res, acompasando el toreo fundamental con el adorno donde quedará para el recuerdo un trincherazo que fue un auténtico cartel de toros. Mostró compás en su toreo, ritmo, dominio de la escena y también de los tiempos. Encajado, muy firme y tranquilo, siempre quiso hacer las cosas bien. Muy puras. Mató de dos intentos pero, para entonces, el público soberano ya había decidido concederle las dos orejas. Triunfo en su debut con picadores.
Cantillana (Sevilla). Sábado 4 de noviembre de 2017. Novillada a beneficio de la Hermandad de San Benito Abad de Cantillana. Cuatro novillos de Los Azores que sustituyeron a los anunciados del hierro de Juan Pedro Domecq. García Navarrete, dos orejas y dos orejas; Juan Pedro Llaguno, oreja y dos orejas. Entrada: Media plaza. El novillero Juan Pedro Llaguno debutaba con picadores.
