Faltaron muchas cosas, sobre todo ambición e ilusión a la terna. El encierro con trapío, casi cuatreños y con cuajo, dio juego, pero se hicieron inmanejables por impericia de los novilleros.
Sebastián Cáqueza consiguió saludar la única ovación de la tarde después de una faena venida a menos y en la que pareció conformarse con una muy buena serie con la derecha en la que corrió correctamente la mano y arrastró la muleta sin perder temple y armonía en el conjunto. Lo que si perdió fue la continuidad y la conexión con el público. La historia en el cuarto pareció ser la continuación del bache, pero es de justicia decir que el toro, porque por peso y edad lo fue, colaboró menos y allí Sebastián reveló que aún debe incorporar más argumentos que la forma, porque sin fondo no se evoluciona. Es evidente que tiene clara la senda, pero deberá sentir más y dar golpes de autoridad porque es de los mejores novilleros de Colombia.
Sin pena ni gloria, así pasó el mexicano Luis Manuel Castellanos porque tampoco su actitud fue la de un aprendiz que sabe la categoría del compromiso y sale a jugarse el futuro. En el segundo de la tarde se reservaron las embestidas el novillo y los muletazos el novillero, haciendo de la brega un tedio. El quinto se apagó pronto, porque no encendieron candil alguno en el ruedo. Pareció sentirse figura que venía a ser profeta en tierra ajena y no consiguió hacerse a las embestidas ni a la afición.
Completó cartel Santiago Fresneda quien puso la ilusión que faltó a sus alternantes, aunque le faltó sitio. En el tercero salió volteado fuertemente porque jamás fue preciso en los terrenos y malinterpretó tiempos y distancias. En el de cierre se fue a portagayola sin éxito, y luego desgajó pases a diestra y siniestra pero sin brillo ni quietud. Fresneda procuró dar espectáculo, y se abona la disposición y la ambición, pero no convenció a la afición que tuvo trato amable con él.
Bogotá (Colombia). Sábado 20 de enero de 2018. Novillada de la Temporada Taurina de Bogotá. Tarde fresca con viento. Novillos de El Paraiso muy bien presentados, con cuajo, edad y trapío de buen juego aunque poco fondo. Todos aplaudidos en el arrastre. Sebastián Cáqueza, ovación con saludo y silencio; Luis Manuel Castellanos, silencio en ambos; Santiago Fresneda, silencio en ambos. Entrada: Menos de media plaza. En el transcurso del festejo saludó Carlos Garrido tras parear al quinto y en el sexto fue derribado del caballo Cayetano Romero.
