ENCUENTROS CON JOSÉ LUIS BENLLOCH.- JOAQUÍN GALDÓS

El otro pico peruano

lunes 05 de febrero de 2018

Estamos en Las Moratillas. Yecla. Dominios de la familia Ibáñez. Nazario y sus hijos son gente entrañable. Plaza cubierta. Afuera llueve a mares, bendito sea Dios. Las vacas se cubren en los abrigos. Los olivos crecen a ojos vista. Son anotaciones en mi Moleskine. Joaquín Galdós acaba de torear unas becerras con gusto exquisito. El buen gusto de los toreros es don del creador que hay que reconocer y proteger. Y este peruano lo tiene. Gusto en el ritmo de los engaños, en la pausa, en el vestir… gusto de los que dan gusto. Los asistentes a la tienta asienten y jalean sus faenas. Al acabar, tertulia, vino de la tierra para unos, Coca-Cola para otros, huevos fritos, embutido y un arrimón a las buenas brasas para compensar el termómetro que estos días cotiza a la baja…

“A mí me gusta más la paz, pero quizás en el toreo no se entienda que deba ser así. En la plaza los gestos son de guerra, no se palpa la paz por ninguna parte”

“No puedo decir que soy mejor que Andrés si él torea cuarenta ferias y yo toreo dos. No se entendería. Pero yo he considerado mejores toreros en la historia a toreros que han ganado diez veces menos que otros y han llenado menos. Bajo esa reserva yo me considero mejor”

“Pienso en Sevilla. Necesito una oportunidad, un escaparate para romper, sobre todo allí donde me lo he ganado. Me gustaría también torear en Valencia, pero sé que no me conocen, que no me lo gané todavía y tendré que esperar…”

“Corté dos orejas y era de tres. Con ese precedente, pedir una corrida de toros en Sevilla no es de locos. Triunfé allí y además he demostrado en otras plazas que tengo categoría profesional para matar una corrida en una feria así”

“A mí me gusta que el valor esté sobreentendido. No me gusta ser torero de alardes, el valor no debe manifestarse como una sobreactuación.
Hay que torear con corazón y que el valor sea algo tácito”

“En algunos momentos no he estado tan entregado a la profesión como lo estoy ahora. Quizá porque ha ido todo muy deprisa y es ahora cuando siento que tengo armas para competir. Lo he demostrado…”

“Cuando doy una vuelta al ruedo con las orejas, los ojos de mi padre me lo dicen todo, su cara es lo más bonito para mí. Él es muy partidario mío, supongo que como todos los padres. Cuando yo toreo a gusto dice que no hay nadie capaz de torear como yo”

“Los toreros necesitamos un tiempo de maduración. Dejar mi impronta con los toros buenos me resulta fácil, pero cuando se pone todo cuesta arriba no encuentro los recursos para destacar por encima del resto. Eso es lo
que me falta por resolver”

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando