La huella de José Gutiérrez “Mirabeleño”, inolvidable taurino extremeño que brilló primero como novillero, después en labor ganadera y, más que en ninguna, de empresario, alcanza ya su tercera generación con la llegada al toreo de su nieto Alejandro Mora, próximo a debutar con picadores. Se trata de una dinastía que ha dado verdad y categoría para dignificar con grandeza este arte. Mirabeleño disfrutó plenamente de su hijo Juan, a quien supo impregnar la pureza, además de apoderarlo en una larga etapa de su trayectoria profesional y poder disfrutar de muchos de sus triunfos. Fallecido en julio de 2009, dejó el legado de su grandeza humana y artística.
– Juan Mora: “Llegar a estas alturas con tantas ganas de torear, de sentirme, es un regalo del Señor, que me ha dado vida para poder crecer como artista”
– Juan Mora: “Mi sobrino tiene unas condiciones magníficas, tiene personalidad, lo hemos visto ir a más cada día y va a ser un torero digno de estar a la altura de su sangre”
– Alejandro Mora: “No olvido que mi abuelo Pepe Mirabeleño me enseñó a coger los trastos, a torear de salón y a andar en torero, lo mismo que hizo treinta años atrás con mí tío Juan”
– Alejandro Mora: “Todo esto está siendo muy bonito para mí, aunque sé la dureza y dedicación que requiere el toreo, de hecho yo mismo ya lo he comprobado”
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