Fotos: ISABELLE DUPIN
Ventura se adelantó cortándole las dos orejas al noble ejemplar de San Pelayo que hizo segundo. Enceló bien las embestidas, luciendo en carreras a dos pistas, piruetas y quiebros, conquistando al público. El sevillano firmó una gran faena, que llegó con fuerza a los tendidos. Coronó con tres cortas al violín muy agrupadas y ni siquiera los dos pinchazos que precedieron al rejón de muerte final -de efecto fulminante- impidieron que se le pidiera con fuerza el doble trofeo.
Le cortó el rabo al quinto, un ejemplar abanto de salida al que clavó varios rejones de castigo. Fue la de Ventura a este toro una lidia espléndida, en la que sobresalió con un gran quiebro a caballo parado, abundante toreo con la grupa y apretados cambios de sentido en los viajes del toro como colofón a sus espectaculares carreras a dos pistas. El toro fue exigente, pegaba arreones y transmitía al público, exigiendo al caballero sacar a relucir toda su ciencia lidiadora. Coronó con dos banderillas a dos manos sobre Dólar sin cabezada, clavando luego cortas, haciendo el adorno del teléfono… y dejando un rejón de muerte entero. El toro se resistió a doblar. Ventura ofreció la cola del animal a la memoria de Luc Jalabert.
LEONARDO NO QUIERE QUEDARSE ATRÁS
No ayudó de salida el sexto a Leonardo, que dejó dos rejones de castigo previos a varias banderillas al quiebro. Buena lidia del extremeño, que fue encelando al toro con clasicismo y buenas maneras. Tres cortas al violín, una rosa y un rejonazo entero dieron paso a la concesión, por parte del palco, de las dos orejas, saliendo en hombros por la Puerta Grande en compañía de Ventura y del mayoral de San Pelayo, que fue invitado a saludar.
Anteriormente, Leonardo llevó a cabo una labor correcta frente al tercero. Lució en largas carreras a dos pistas -en alguna de ellas, prácticamente, dio la vuelta al ruedo al anfiteatro- realizando quiebros y dejando dos cortas y una rosa en las postrimerías de su labor. Gustó también en la suerte del teléfono, dejando un pañuelo blanco en el testuz del toro. Mató de un pinchazo y un rejón contrario.
Por su parte, Andy brindó al cielo la muerte de su primero en memoria de su ex apoderado Luc Jalabert. Dejó dos rejones de castigo a un toro que fue noble aunque algo distraído. Hizo un esfuerzo el alicantino para encelarlo. Trasteo técnico y clásico. Epilogó con tres cortas antes de matar de un rejón perpendicular y un descabello.
Al cuarto clavó dos rejones de castigo. De nuevo ejerció el toreo clásico, con un toro que fue apagándose y acortando su embestida por momentos. Clavó al violín y llamó la atención con carreras a dos pistas. Quiso calentar con las cortas, pero mató de un rejón perpendicular muy trasero que tardó en hacer efecto, enfriándose el público. Además, falló con el verduguillo.
Arles (Francia), lunes 2 de abril de 2018. Penúltimo festejo de la Feria de Pascua. Matinal de rejones. Toros de San Pelayo, de buen juego en líneas generales. El mayoral fue invitado a saludar tras concluir el festejo, saliendo en hombros junto a Ventura y Leonardo. Andy Cartagena, silencio y silencio tras aviso; Diego Ventura, dos orejas y dos orejas y rabo; y Leonardo Hernández, saludos y dos orejas. Entrada: Media larga.
