Desde el Arenal

El 8 de abril

Carlos Crivell
miércoles 04 de abril de 2018

El domingo 8 de abril se anuncia una corrida de mucho interés en Sevilla. Sin embargo, se trata de un festejo que no es demasiado agradable para la terna. Nunca lo dirán, pero en el caso concreto de Curro Díaz y Román con toda seguridad hubieran preferido otra fecha dentro del ciclo continuado que comienza el miércoles 11 de abril. Esta corrida queda descolgada del núcleo de la feria. Aunque es de abono, muchos de quienes viven fuera de la capital andaluza no podrán acercarse a la plaza en esta fecha. Para colmo, es como una corrida fantasma porque tampoco la retransmite la televisión taurina de pago.

Y el cartel está lleno de alicientes. Además de una corrida de toros que puede tener posibilidades, la terna está formada por tres toreros de corte distinto que cuentan con el aval de los buenos aficionados. La corrida de Las Ramblas no ha sido muy afortunada en otras ocasiones en la Maestranza, pero nadie duda del fondo de bravura que atesora.

Después de varios años sin pisar el ruedo maestrante vuelve Curro Díaz. Resulta increíble que un torero de su corte no tenga un cartel más consolidado en Sevilla. Las culpas deben repartirse entre el propio torero y la empresa. Decíamos que no es la mejor fecha, pero a estas alturas un paseíllo en Sevilla vale su precio en oro.

El joven Román debutará como matador de toros en el coso del Baratillo. Viene avalado por su pasada temporada, el triunfo de Valencia en Fallas y la frescura de su tauromaquia. Además, Román se ha ganado el aprecio de los aficionados más exigentes porque no ha puesto ningún reparo a ponerse delante de los encastes más variados. Sevilla le espera. Es su día; no hay otro para pisar el albero sevillano.

El tercer espada es Pepe Moral, que tiene la ventaja de que siempre le quedará en la recámara el cartucho de la corrida de Miura. Viene de abrir la temporada en Madrid sin poder justificar su papel de emergente. Posee el torero de Los Palacios los resortes para poder ser un torero de ferias. Tiene temple y valor. Que sea la de Las Ramblas su nueva plataforma de lanzamiento y que le sirva para circular por las plazas.

Es un cartel para buenos paladares, colocado en una fecha poco propicia, que se celebrará sin la resonancia de la televisión, pero es una corrida que puede llenar de satisfacciones a quienes gozan del buen toreo.

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