No se lo están poniendo fácil en este inicio de año. La ausencia en las tres primeras ferias de la temporada -Castellón, Valencia y Sevilla- le ha obligado a rebelarse. Y de qué manera. Su réplica no ha sido otra que anunciarse este domingo con seis toros en solitario en Espartinas. Ante una injusticia, una respuesta contundente, como siempre hicieron los grandes. Eso en los despachos, porque en la plaza sigue por el camino que le ha llevado a la cima: el triunfo.
-Anunciado con seis toros, en Espartinas, a veinte kilómetros de Sevilla, el mismo día de la corrida de rejones de la Feria de Abril… Suena a declaración de guerra.
-No pretende serlo. Yo lo veo como una posibilidad para que el público que cada año va a verme a Sevilla siga pudiendo hacerlo. Como artista y como sevillano no podía permitir dejar sin verme a aquellos que llevan siéndome fieles veinte años. Tengo mis seguidores y no podía dejarles de lado. A la empresa es posible que le pueda molestar pero a mí también me molesta quedarme fuera de una plaza como Sevilla, que es mi casa.
-No negará que es un pulso, un órdago.
-Cada uno lo puede ver de la manera que quiera. Yo los pulsos los hago dentro de la plaza y creo que con diez puertas del Príncipe el pulso está más que ganado. No voy en contra de ninguna empresa, ganadero o compañero, no estoy echando ningún pulso, lo que ocurre es que me he quedado fuera de mi plaza y por ello voy a torear seis toros en Espartinas para que mi público, el que no me ha abandonado nunca cuando he toreado en Sevilla, disfrute de mí.
-¿Qué ha ocurrido para que este año no esté en la Feria de Abril?
-En ningún momento dije que no iba a matar más veces corridas de Fermín Bohórquez, lo que dije fue que en Sevilla no las mataría. Es una ganadería extraordinaria, con mucha clase, pero en los últimos años no me ha embestido en Sevilla y lo que quiero es una ganadería con emoción, que se mueva y que me permita el triunfo, algo que en los últimos años no ha sido así porque las corridas se han parado. Pretendía un cambio de tendencia hacia un toro con transmisión, ritmo y galope que me ayudara a hacer mi toreo y a mostrar todo mi repertorio. Si eso es cometer un crimen tan grande como han dicho algunas personas, que Dios me perdone por buscar el bien para el aficionado y para mi carrera.
-¿Hubo negociación?
-Ramón Valencia llamó a Luisma Lozano para hablar un tema de El Juli pero en ese momento en la oficina no estaba Luisma y le atendió Pablo Lozano, mi apoderado, que al final de la conversación le preguntó cómo llevaba la corrida de rejones y Ramón le dijo que más adelante hablarían y ahí quedó la cosa. Nunca hubo conversación. Son situaciones que duelen porque es mi plaza y mi ciudad, me duele especialmente por la afición.
-¿Se acabará el papel en Espartinas?
-A día de hoy -por el pasado martes día 3- faltaban por venderse 300 entradas de sombra y 420 de sol, lo demás está todo vendido. Creemos que tres o cuatro días antes del festejo estará el papel acabado.
-Ese es su mejor argumento.
-En Espartinas entrarán 4.000 personas que son 4.000 que Sevilla va a perder. Pero yo no quiero que Sevilla las pierda, al contrario, quiero que se llene igual que Espartinas. Me da coraje tener que hacer este gesto fuera de mi plaza. Me encantaría que hubiese sido en la Maestranza, pero yo no tengo la culpa.
-Lejos de aliviarse, su apuesta en el aspecto ganadero es de mucho compromiso: Partido de Resina, Prieto de la Cal, Pallarés-Buendía, Los Espartales, María Guiomar Cortés de Moura y uno de su casa.
-Cuando hablamos de los toros le dije a los apoderados que los quería de diversos encastes. En ocasiones se pasa un mal rato cuando sale el toro con dificultades y te pone en apuros pero el público agradece verte con el toro bueno y con calidad y también con el complicado que te exige exponer, tirar la moneda y arriesgar. Considero que hay momentos durante la temporada para hacer gestos así y para torear ganaderías que a la afición les cause un impacto.
-¿Se necesita una vuelta de tuerca en ese sentido en los festejos de rejones?
-Hay ganaderías de Murube extraordinarias que nos permiten torear muy bien y otras de este mismo encaste como Ángel Sánchez y Sánchez o Capea que tienen un punto de bravura que exigen mucho. En estas el toro bueno ayuda al triunfo pero ojo con el malo, que es muy exigente. Luego hay otras ganaderías de Murube donde salen toros muy flojos, tanto que el espectador en el tendido puede llegar a pensar que él mismo se puede poner a torear y esa es una situación a la que no podemos permitirnos llegar. No podemos transmitir que el toro no tiene importancia.
-En todos los intentos de cambio, en todas las revoluciones, hay quienes salen beneficiados y otros perjudicados.
-Hay quien intenta destronarte, tirarte abajo, poner a personas en tu contra… pero cuando uno hace las cosas de verdad, con la mente clara y el corazón tranquilo el tiempo acaba poniendo a cada cual en su sitio. Llevo muchos años luchando, muchos años en que intentan que no levante cabeza pero cuando sale el toro, por mucho que quieran hacerme, acaba poniéndose todo en su sitio.
ARROLLADOR COMIENZO DE AÑO
Diego Ventura habla sin tapujos, sin pelos en la lengua. Como siempre lo ha hecho. Claro, directo. Sin dejar de lado su puesta a punto, el sevillano atiende la llamada de APLAUSOS desde su finca en La Puebla del Río adonde acaba de llegar tras su arrollador triunfo en la Feria de Pascua de Arles. No para de montar -¡hasta diez horas al día!-, de preparar caballos nuevos, de afinarse físicamente. Su compromiso con el espectáculo, con la afición y consigo mismo así lo exige.
“En Sevilla buscaba un cambio de tendencia con la ganadería. Si eso es cometer un crimen tan grande como han dicho algunos, que Dios me perdone por buscar el bien para el aficionado y para mi carrera”
-No hay quien frene a Diego Ventura en este inicio de año.
-Está siendo otro comienzo de temporada muy bonito. En Illescas fueron tres orejas pero pinché los dos toros así que el resultado pudo ser mayor, incluso algún rabo; y en Arles el triunfo fue muy rotundo tanto por el nivel de los caballos como por mis sensaciones y el recibimiento del público. Fueron dos toros diferentes pero los cuajé de principio a fin.
-¿Se ha preparado de forma distinta en este vigésimo aniversario de alternativa?
-Tanto psicológica como físicamente me he preparado a conciencia este año, más que ningún otro. Antes no le daba mucha importancia al aspecto físico pero estos últimos cuatro meses he perdido ocho kilos y medio y todo ello se debe al compromiso especial que he adquirido esta temporada en la que voy a lidiar dos corridas de seis toros. A eso se añade que hace años tenía una cuadra más reducida que me exigía menos pero ahora es más amplia y físicamente cuesta mucho esfuerzo mantenerla al máximo nivel.
-Hace poco dijo que el triunfo de hoy ya no vale para mañana. ¿Tanta exigencia siente cuando sale a la plaza?
-Cuando eres una figura y quieres que te traten como tal debe ser así y más cuando no estás dentro de ese círculo de intercambios modernos que hay hoy en día. A toreros como El Juli, Miguel Ángel Perera o a mí, que vamos por libre, no se nos puede resbalar un pie porque de lo contrario nos quitarían de en medio rápido. Mi carrera ha sido siempre complicada y ahora no va a ser menos, de hecho se ha visto en el comienzo de año quedándome fuera de Castellón, Valencia y Sevilla y eso que no se me ha resbalado el pie todavía, imagínese si se me va un poco. Aunque le digo una cosa…
-Dígame
-Es bueno también sentir responsabilidad porque hace que te sacrifiques al máximo nivel, que en la plaza ofrezcas el cien por cien, que cada corrida se convierta en una satisfacción personal y que sea un reto cada instante, en definitiva me motiva mucho para salir a la plaza sabiendo que nadie me va a ganar la pelea. Fuera de la plaza me pueden hacer alguna jugada sucia pero dentro del ruedo va a ser difícil.
“A la empresa de Sevilla es posible que le pueda molestar lo de Espartinas pero a mí también me molesta quedarme fuera de una plaza como la Maestranza, que es mi casa”
-Alguna jugada de esas le han hecho ya este año.
-Desgraciadamente en este 20º aniversario de alternativa, con la ilusión que me hace esta temporada, no he podido estar en las tres primeras ferias importantes pero no porque no haya querido sino porque ni tan siquiera nos han llamado. Me da pena que la Fiesta esté así porque el gran perjudicado es el público al no poder ver el momento en el que estoy, la cuadra que tengo, cómo salgo a la plaza todos los días… a lo mejor el próximo año no estoy así, por eso los momentos hay que aprovecharlos. Diego Ventura no va a estar toda la vida al cien por cien ni va a tener esta cuadra, la vida son momentos y ahora es el momento de que toree en las ferias que debo estar.
-Ha hablado de su ausencia en Sevilla, pero tampoco ha estado en Castellón ni en Valencia.
-Ni de Castellón ni de Valencia nos llamaron. No ha habido otra historia, no hubo ni toma de contacto ni llamada alguna, no preguntaron si queríamos matar esa corrida o no. Decidieron hacer otros carteles y no hay más historia. No he ido este año pero las plazas están ahí.
-¿Le afectan tantas polémicas, tantas turbulencias a su alrededor?
-Para nada, antes me afectaban muchísimo pero ahora ya estoy acostumbrado. Aunque esas situaciones se generen para que me duelan o me venga abajo, no se dan cuenta de que es al contrario, me motivan más y para muestra ahí están las tardes de Illescas o Arles. A muchas figuras les ha pasado antes, a mí me sienta bien porque salgo motivado a la plaza y cada día me demuestran que molesto más y que soy parte importante en esto.
“Me encantaría ir con un toro de Miura o de Victorino a la Feria de Otoño, pero quizá no tengan toros para esas fechas. Estamos dándole vueltas”
-Aunque no le afecten, imagino que el orgullo sí quedará tocado.
-Sobre todo por lo que lucho y me sacrifico a diario. Me paso diez horas montando caballos, tengo 35 años, estoy machacado de los huesos, de la espalda… esos sacrificios merecen la recompensa de estar en las principales ferias y, en mi caso, ocurre que me pierdo veinte ferias importantes al año. Claro que duele. Si en lugar de defender lo que defiendo, en lugar de buscar lo que busco -mejorar el rejoneo, apoyarlo, querer un toro con más emoción, hacer gestas-, si fuera más cómodo y no exigiera tanto en muchas cosas a lo mejor estaría en esas plazas pero desgraciadamente no lo estoy y el perjudicado es el aficionado.
-Los aficionados están reclamando con fuerza a Diego Ventura.
-Sí, este año tanto los aficionados como la prensa se han rebelado sobre mi situación de este comienzo de año y estoy agradecido por ello. Me siento reforzado en ese sentido.
-¿Se pone algún límite?
-No, ahora mismo si se me ocurre alguna idea o alguien me la da para hacer algo por el bien de la Fiesta y la puedo poner en práctica, lucharé por ello. Muchas veces me choco contra un muro porque hacer algo por la Fiesta es casi como cometer un crimen, pero trataré siempre de mejorar el espectáculo. Me preocupa que el rejoneo se quede estancado. A nivel artístico quiero llevar este espectáculo al máximo nivel y sorprender cada día.
-¿Por dónde pasa la mejora del toreo a caballo?
-Por el toro y por hacer carteles en los que haya rivalidad. Es un error y hace mucho daño que Pablo y yo no estemos acartelados juntos en las principales ferias. Ni él ni yo tenemos nada que perder, su carrera está más que escrita, además con hilo de oro, es un figurón del toreo, ha hecho cosas increíbles y nadie se lo va a quitar; y mi carrera, con las 14 puertas grandes de Madrid, las 10 puertas del Príncipe… eso tampoco me lo va a quitar nadie. Siempre he estado y estaré aquí para competir cuando los demás quieran, más no puedo hacer. Estoy aquí para competir con los mejores y los mejores tienen que estar juntos.
-En Madrid estará dos tardes en San Isidro: una mano a mano con Leonardo Hernández y otra con Andy Cartagena. ¿Contento?
-Me hubiese encantado torear mano a mano en San Isidro con Pablo, hubiese sido el remate de los remates a la temporada pero lo toreo con Leonardo, que está en un momento tremendo, es otro torero con quien me motiva mucho torear, y el otro con Andy, que después de la gran temporada que ha hecho en México, también me motiva mucho. Son dos grandes compañeros, dos grandes amigos.
-Y luego llegarán en la Feria de Otoño los seis toros en solitario. ¿Se cumple un sueño?
-Sí, llevaba muchos años persiguiéndolo, estoy feliz de ser el primer rejoneador en la historia en torear seis toros en Madrid.
-¿Se plantea hacer algo similar en cuanto a ganaderías como en Espartinas?
-Todavía estamos dándole vueltas, las ganaderías serán a criterio mío porque así lo acordamos con la empresa de Madrid. Los apoderados, por su experiencia, dicen que en este tipo de festejos es mejor “asegurar” con una corrida entera de Murube que se mueva, que transmita, que tenga emoción pero permita triunfar; pero por otro lado a mí me gustaría triunfar con ganaderías diferentes y hierros con renombre pero eso no está solo en mi mano porque hablamos de la Feria de Otoño y en ciertas ganaderías ya no hay muchos toros. A mí me encantaría ir con un toro de Miura, de Victorino, pero son ganaderías que quizá no tengan toros para esas fechas. De todas formas, con la responsabilidad de anunciarse en una corrida así ya voy suficientemente presionado.
