La crónica de Benlloch en Las Provincias
Madrid - Feria de San Isidro - Corrida de toros - Viernes 1 de junio de 2018Madrid - Feria de San Isidro - Corrida de toros - Viernes 1 de junio de 2018

Cayetano gana en el “Congreso” de Las Ventas

El madrileño corta una oreja en una plaza más Parlamento que nunca. El Estado de la Tauromaquia, a debate. España, digo las Ventas, partida. Una mayoría doliente. Amenazada y achicada. Hasta que se rebeló. ¡Te quieres callar, coño! gritaron desde la sombra. Una minoría gritona y dominante…
José Luis Benlloch
sábado 02 de junio de 2018

La tarde fue para Cayetano. Contra viento y marea. Contra un 7 especialmente irritado, contra una corrida de Victoriano muy vacía. Fue una tarde de San Isidro. De las que llamaban de clavel. Plaza rebosante. Las Ventas más Parlamento que nunca. El Estado de la Tauromaquia a debate. España, las Ventas, partida. Una mayoría doliente. Amenazada y achicada. Hasta que se rebeló. Un ¡Te quieres callar, coño! sonó desde la sombra. Y una minoría gritona y dominante. Haga lo que haga que me opongo. Fue una tarde de las de siempre que acuden las figuras. Solo que esta vez, coincidía con el pleno de las Cortes y todo parecía tener intención. Al final, no hubo ni vencedores ni vencidos, en realidad gozaron todos, los que vinieron a emocionarse en el mejor de los sentidos, que pudieron paladear momentos de la mejor torería, y los que vinieron a reventarlo porque también tuvieron sus momentos y hasta sus razones.

Castella, Manzanares y Cayetano, por orden de antigüedad, cada uno de ellos cabeza de lista en lo suyo. El francés venía de abrir la puerta grande de este mismo Parlamento. Venía herido, no tuvo toros, pero ni una cosa ni otra lo tuvo en cuenta la minoría gritona. Manzanares los enerva por nacimiento, llamándose Manzanares es lo esperado, en esta plaza despierta pasiones y rechazos, las despierta él y las despertaba su señor padre. Ni le tomaron en cuenta que no tuviese toro, ni su buena actuación en el arranque de la feria, ni mucho menos aquella faena al toro Dalia de esta misma ganadería de temporadas atrás. A Manzanares en Madrid, de primeras, se le grita y después, ya veremos.

A Cayetano, más de lo mismo. Ni le perdonan las portadas del cuché ni se acuerdan de sus reatas y le ponen el listón de la exigencia alto, altísimo. Ayer lo saltó con torería y agallas. Por encima de sus dos toros, que apuntaron de primeras y se desinflaron apenas les exigió. Unas veces fue Ordóñez, y lo mantengo, y otras Rivera. Su arranque de faena tuvo momentos de máximo nivel, un comienzo sentado en el estribo olía a Ronda por todos los lados. Otro tanto habría que decir de los cites, enfrontilado, con mucho asiento y muy de verdad, con mucha expresión, torería de la buena. Y fue Rivera puro cuando se fue a la puerta de toriles para recibir al sexto y en un galleo por chicuelinas que puso la plaza en pie. Y fue más Rivera todavía cuando se volcó sobre el morrillo de sus dos toros tras la espada. Luego, sus faenas, tuvieron momentos espléndidos, breves, eso sí, justo lo que duraron los toros. No hubo más. Pero dos series con la derecha de las rayas para adentro, mostraron lo que pudo ser este torero, y no sería justo decir que ya no lo puede ser. Esas tandas a derechas, dicho sin doble intención, tuvieron ritmo y encaje y como toda su actuación, una expresión muy torera. Aún hubo una pincelada de lo más ordoñista, quizás habría que decir dominguinesca, aquella espera para recibir la oreja entre desafiante y orgulloso, mientras unos silbaban y otros aplaudían, que puso la plaza en tensión. Aplaudía la mayoría, silbaba la minoría pero cómo silbaban. En conjunto, la actuación de más nivel de Cayetano en Madrid. Pena la corrida de Victoriano, no era lo que se esperaba, ni lo que hacía falta.

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