Fotos: GLEZ. ARJONA
El cartel despertó un inusitado interés hasta el punto de registrarse un lleno en los tendidos. Una terna de matadores rematada, como es habitual en esta plaza, que despertó una gran expectación.
Abrió plaza un noble animal que humillaba y tomaba el capote con claridad por el pitón derecho y Ponce le recetó un vistoso ramillete de verónicas. Tras un largo puyazo, Jaime Padilla se lució en un buen par. Ponce desplegó su asolerada tauromaquia iniciando el trasteo por bajo para proseguir con series de derechazos muy templadas. Se cambió la mano y, a base de exponer, consiguió algún natural de buen trazo. Volvió a la diestra para lucirse en varias series templadas rematando su labor con unas poncinas que hicieron hervir los tendidos. Mató de estocada alga caída y descabello.
El cuarto de la tarde empujó en varas con celo en dos puyazos. Fue algo protestado por el público por una posible cogera. El animal llegó al último tercio pidiendo un lidiador y allí estaba Enrique Ponce que dio una lección magistral. Inició la faena genuflexo conduciendo la embestida embebida en la muleta. Sobresalió en unos redondos interminables antes de que el hipnotismo muletero del de Chiva acabara calando en los tendidos. Faena para recordar en la que Ponce hizo al toro. Carasucia, herrado con el número 18, de 491 kilos, de pelo negro perteneciente a la ganadería de La Palmosilla acabó siendo indultado a petición del público.
Con el segundo de la tarde se lució Manzanares en su saludo capotero, con buenos lances a la verónica. Empujó el toro con fuerza en el puyazo que recibió. El animal tuvo calidad por el pitón derecho aunque no estuvo sobrado de fuerzas. Manzanares lo llevó a media altura en series por ambos pitones, siendo las mejores las ejecutadas con la mano diestra. Hubo muletazos con profundidad y enjundia llevando muy largo al de La Palmosilla. Mató de estocada en la suerte de recibir. Con suaves lances a la verónica recibió Manzanares al quinto de la corrida. El alicantino realizó una labor seria, de sometimiento, a un toro noble de La Palmosilla. La faena tuvo cierta sustancia pero no terminó de calar con fuerza en los tendidos. Mató de pinchazo y estocada.
Roca Rey brilló en un quite por saltilleras y caleserinas ante el tercero de la tarde con el que el público se entregó de lleno con el peruano. Cambió el tercio con dos pares de banderillas para iniciar su faena por estatuarios en los que los pitones rozaron la taleguilla. La faena se instrumentó por ambos pitones siendo más lucidos los pasajes al natural, citando de frente, en los que el astado respondió con transmisión. Finalizó con ajustadas bernadinas antes de matar de pinchazo y estocada. El sexto fue el toro que peor juego dio de toda la corrida. El animal resultó descastado, soso y sin ritmo y Roca Rey intentó meterlo en la muleta en una faena entregada de exposición y riesgo. Finalizó con ajustadas manoletinas antes de matar de pinchazo y estocada sin puntilla.
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), domingo 3 de junio de 2018. Feria de la Manzanilla. Toros de La Palmosilla, el 4º, de nombre Carasucia, herrado con el número 18, de 491 kilos y de pelo negro, fue indultado. Enrique Ponce, oreja y dos orejas simbólicas; José María Manzanares, dos orejas y ovación con saludos; Roca Rey, oreja y oreja. Entrada: Lleno.
