Oliva Soto paseó una oreja en SevillaEl camero, que podía haber sumado un triunfo mayor de no haber marrado con los aceros, asegura que su actuación en la Maestranza ya ha empezado a dar sus frutos.
Alfonso Oliva Soto vivió ayer en la Maestranza de Sevilla una tarde de las que no se olvidan. Cortó una merecida oreja a su primero y perdió alguna más de su segundo. Un día después de lo sucedido, el sevillano hace balance de su actuación: “Tengo sensaciones diferentes pues, si bien estamos hablando de un triunfo muy importante en mi trayectoria, mi fallo con la espada es imperdonable. No quiero ni pensar lo que podía haber ocurrido de haberla manejado bien”. Pese a ello, garantiza que está contento pues “realicé un esfuerzo muy grande. Era un día muy importante en el que era imprescindible dar la cara, me hacía falta sobre todo al tratarse de esa plaza y de ser principio de temporada. Lo hice, con dos toros muy distintos, uno más facilón y otro mucho más exigente, y la gente me lo reconoció al instante”. Oliva Soto se anunciaba en Sevilla con toros de Conde de la Maza, ganadería que casi dos décadas atrás le quitaba la vida a su tío Ramón en ese mismo escenario. “Al principio no me hacía ninguna gracia, hasta que comprendí que da igual el toro que salga mientras sea bueno. Mira por donde ha sido esa ganadería la que me ha ayudado a obtener el triunfo más importante de mi carrera, la mejor tarde de todas”. Un triunfo que ya está dando sus frutos. “De momento mañana vuelo hacia Ecuador, donde voy sustituyendo a Eduardo Gallo en Riobamba. Y alguna cosita más ha salido ya. Pero, sobre todo, me quedo con la impresión que he dejado en la gente y con el respaldo de la prensa. Todos han destacado el triunfo y han dicho cosas muy bonitas. Ojalá este éxito sirva de verdad”.
