FERIA REAL

José Tomás apasiona y Perera indulta en una tarde espectacular en Algeciras

La personalidad del madrileño y el temple del extremeño marcan una gran tarde de toros donde ambos salieron por la puerta grande
Carlos Crivell
viernes 29 de junio de 2018

Fotos: ARJONA

En medio de un ambiente excepcional trenzaron ambos diestros el albero con un público entregado que los sacó a saludar. El primero, de Núñez del Cuvillo, bien presentado, fue saludado por José Tomás con lances a pies juntos, a media altura y ganando terreno hasta rematar con media en el platillo de la plaza. Tomó una vara el de Núñez del Cuvillo en la que empujó con la cara alta. La plaza enloqueció con un quite con delantales, tafalleras y una serpentina. Tomás comenzó con estatuarios para seguir con la derecha con muletazos muy suaves. El toro fue tan noble como soso. Por el pitón izquierdo alargó el viaje del astado y después, con el toro más agotado se colocó muy cerca para ligar pases por alto con arrucinas con el torero clavado sus pies en el albero. Acabó con estatuarios rematando la faena de un espadazo muy trasero y bajo, lo que no fue problema para que cortara las dos orejas.

El segundo de Jandilla fue saludado por Perera con lances rodilla en tierra. Tomó una vara en la que cumplió y Perera se lució en un quite por tafalleras. El extremeño realizó una faena de temple en las tandas por la derecha en las que perdió un paso para ligar. Se quedó en el sitio en los siguientes muletazos con la izquierda acortando las distancias en los circulares finales en los que se dejó acariciar la taleguilla por los pitones. Mató de un pinchazo y una estocada muy trasera.

El que se lidió en tercer lugar, de Núñez del Cuvillo, marcó desde el principio su querencia a las tablas. Lo recibió Tomás con el capote sin poder lucirse y el toro tomó una vara con genio. Quite muy valiente del de Galapagar por gaoneras que resultó deslucido por la huida del Cuvillo a las tablas. La faena estuvo marcada por la mansedumbre del toro que ganó siempre terreno hacia los adentros. José Tomás pudo rematar alguna tanda con la izquierda pero todo resultó algo desvaído por las condiciones del animal. Mató de una estocada trasera.

El cuarto de la tarde, de nombre Libélula, número 95, negro mulato, de 494 kilos, fue un toro bien hecho y de nobleza excepcional, aunque en el puyazo que tomó empujó con un solo pitón y se quiso rajar a mitad de faena. Fue indultado a petición popular de la plaza. El toro, bien hecho, salió con la cara alta y se coló por el lado izquierdo en el saludo de Perera. En varas acudió una vez y empujó de lado. Perera realizó un quite espectacular por gaoneras, tafalleras y saltilleras. En banderillas saludaron Juan Sierra y Guillermo Barbero. Perera hizo una gran faena desde los pases cambiados por la espalda, las tandas muy templadas con la derecha, el toreo valiente con la zurda para acabar con muletazos en cadena muy ligados. El toro, todo nobleza, se quiso rajar y el torero lo impidió. El final muy cerca de los pitones encendió la plaza que pidió el indulto que fue concedido por el palco. Fue un honor inmerecido porque no cumplió en varas y se quiso rajar en la muleta. A Perera le concedieron las dos orejas y el rabo que paseó con el ganadero Borja Domecq Noguera.

El quinto, de Núñez del Cuvillo, fue un toro bien presentado, armónico y rematado. Al torearlo con el capote fue derribado Tomás sin consecuencias. Empujó con fijeza en una vara. El toro llegó al final con movilidad, algo rebrincado pero mejoró en calidad en la muleta templada de un valiente José Tomás. Lo citó el de Galapagar en el centro para dibujar cinco estatuarios de lujo. Con un temple grande y y una quietud asombrosa completó dos tandas de seis o siete muletazos con la derecha. Le bajó la mano con la izquierda, perfecto el juego de muñecas y la figura erguida, para ligar naturales emocionantes. Con el toro más apagado, a veces embistiendo con alguna violencia, Tomás logró pases en una loseta. Las manoletinas del final fueron escalofriantes. Mató de un pinchazo, una estocada quedándose en la cara y que el mismo diestro sacó y un descabello. Perdió la oreja pero dio una triunfal vuelta a los gritos de ¡torero, torero!

El sexto de Jandilla fue el más terciado y tomó una vara con fijeza. Valiente fue el quite de Perera por saltilleras. El toro llegó a la muleta embistiendo con las manos por delante. Perera brindó a José Tomás. Realizó una faena que comenzó tocando fuerte para llevar la embestida del animal. Casi ruda su labor, se centró en la diestra, valiente siempre, aunque condicionado por el toro que siempre fue algo brusco. Mató de un pinchazo y media.

Algeciras. Viernes, 29 de junio de 2018. Feria Real. Toros de Núñez del Cuvillo (1º, 3º y 5º), bien presentados, siendo soso pero noble el 1º; manso el 3º y encastado el 5º; y de Jandilla (2º, 4º y 6º), más terciados el 2º y el 6º y muy bien presentado el 4º. El 2º fue noble y rebrincado; el 4º fue indultado y el 6º resultó muy bruto en su comportamiento. José Tomás, dos orejas, palmas y vuelta al ruedo clamorosa; Miguel Ángel Perera, oreja, dos orejas y rabo simbólicos y ovación con saludos. Entrada: Lleno de “No hay billetes”. Saludó en el segundo Javier Ambel; en el tercero José Chacón; en el cuarto Juan Sierra y Guillermo Barbero, y en el que cerró plaza, Curro Javier.

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