No tuvo suerte el de La Puebla con el primero de Núñez del Cuvillo que fue flojo y sin estilo. Lo más destacado del sevillano lo firmó con el capote en el recibo y en un quite, después fue complicado hacer faena.
Pitado y protestado desde que salió de chiqueros el segundo, por su escaso trapío y poca fuerza, Manzanares intentó lucirse y aprovechar las condiciones del astado por ambos pitones sin suerte ni posibilidad de lucimiento. Abrevió también su actuación y remató de un tremendo volapié en la suerte natural que hizo rodar al toro al momento.
Salió Talavante en el tercero dispuesto a triunfar y a fe que lo hizo. Espectacular en el recibo de capote, Talavante también se lució en el quite como prólogo al inicio de una faena que siempre fue a más hasta el final. Inició su actuación con la muleta, tras brindar al público, con poder, muy torero en los medios, entregado y buscando el lucimiento. Cuajó un trasteo sobre ambas manos en las que toreó a gusto y con calidad, en una actuación que conectó con el público de principio a fin y que gustó. Buen toreo el del diestro que se creció a medida durante el trasteo, rematado con un tremendo volapié con el que rodó el toro sin puntilla. A él le fueron a parar las dos orejas.
El cuarto titular fue devuelto por poca fuerza y requear y en su lugar, saltó el sobrero con el mismo hierro titular. Con él, Morante se estiró en el recibo de capote con cinco verónicas y una media de ensueño que levantaron al público de sus asientos entregados totalmente al arte del de La Puebla. Una lástima que todo quedara ahí porque el toro después, condicionado por las fuerzas, por su mansedumbre y poca clase, hizo que Morante abreviase una actuación que además, se eternizó con los aceros por lo que también sonó un aviso para el diestro.
Se gustó Manzanares en el recibo a la verónica al quinto de la tarde un toro que le sirvió al torero de Alicante para expresar su toreo en toda su intensidad. Faena de muleta compacta e intensa sobre ambos pitones en las que José María se gustó en redondo y al natural con un trasteo planteado siempre en los medios. Plástico, estético y profundo, Manzanares remató además, de un nuevo espectacular volapié saliendo el toro prácticamente rodado sin puntilla. Logró el doble trofeo y con ello la puerta grande en Segovia.
No falló Talavante en el que cerró plaza al que le cortó la oreja tras una nueva faena en la que se mostró profundo, despacioso y toreando con mucha intensidad. Trasteo cuajado sobre ambos pitones y en los medios, donde lo mejor lo firmó en su toreo al natural rematado en redondo con cadencia y suavidad. Estocada precedida de un pinchazo que le valió un nuevo trofeo.
Segovia. Sábado 30 de junio de 2018. Toros de Núñez del Cuvillo. Morante de la Puebla, silencio y pitos tras aviso; José María Manzanares, aplausos y dos orejas; Alejandro Talavante, dos orejas y oreja. Entrada: Casi lleno.
