El palco

Son cinco quintos

Rafael Comino Delgado
jueves 05 de julio de 2018

Desde los primeros tiempos del toreo a pie se habla de tres tercios en la lidia, porque esa era la realidad entonces.

Primero: tercio de varas (picar al toro).

Segundo: tercio de banderillas (poner banderillas).

Tercero: tercio de muerte o de matar (estocada).

Con el tiempo aquella realidad ha ido cambiando y en la actualidad, aunque seguimos hablando de tres tercios, verdaderamente son “cinco quintos”. Me explicaré:

1) “Primer quinto o de capote”: cuando sale el toro del chiquero el matador ha de pararlo con el capote e intentar torear lucido, preferentemente a la verónica, si es posible de acuerdo a las condiciones del toro. Hace años, digamos, sobre todo, en la década de los 50, 60 y 70 del pasado siglo, el toro era parado por el banderillero lidiador, con lo cual estaba enseñando al maestro sus condiciones, su forma de embestir y, después, ya salía el matador para torear lucidamente de capote y llevar al toro al caballo. Por tanto podríamos considerar, dentro de la lidia completa, un “primer quinto” llamado de capote (parar al toro y torearlo lo más lucidamente que se pueda), que en los inicios del toreo prácticamente no existía y fue poco a poco desarrollándose hasta llegar a nuestros días.

2) “Segundo quinto o suerte de varas”: posteriormente, con el capote se llevará el toro al caballo para hacer la suerte de varas, que sería el “segundo quinto”.

3) “Tercer quinto o de banderillas”: sería, de hecho es, el antiguo segundo tercio o de banderillas.

4) “Cuarto quinto o de muleta”: sería la faena de muleta, inexistente cuando se inició el toreo a pie, por eso se pasaba directamente al tercio de muerte, suerte de matar o estocada, que era el tercer y último tercio. Este “cuarto quinto” hoy día es el de más relevancia y el más largo, pues teóricamente no debe durar, incluyendo la suerte de matar, más de 10 minutos, pero generalmente dura más. Ya sabemos que el primer aviso se da a los 10 minutos de iniciada la faena de muleta, y, actualmente, los avisos son frecuentísimos.

5) “Quinto quinto o de matar”: finalmente el último quinto o “quinto quinto” sería la suerte de matar o estocada (antiguo tercio de muerte), que incluye el descabello si fuese necesario.

Por eso decimos que hoy la lidia completa de un toro no son tres tercios, sino “cinco quintos” como hemos expuesto. Esa es la realidad quiérase o no, aunque continuemos hablando, erróneamente, de los tres tercios.

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