FERIA DE SAN VICTORINO

Toreo grande de Ureña en Arévalo

Triunfo rotundo del lorquino -que reaparecía del percance sufrido en Pamplona- cortando cuatro orejas. Sebastián Castella pasea un trofeo del que abrió plaza y Fortes se marcha de vacío por el fallo con los aceros. Manjable corrida de Garcigrande con un quinto toro de vuelta
Paco Cañamero
sábado 14 de julio de 2018

Fotos: SARA DE LA FUENTE

Arévalo abría de nuevo las puertas de su coqueta para celebrar el segundo festejo de su feria San Victorino. Salió el primer Garcigrande y tomó con brío el capote de Castella -nuevo en esta plaza- Fue un toro noble, al que saludó en la faena de muleta con bellos ayudados, antes de tomarla sobre la diestra para torear con gusto y clase. También al natural, donde humilló con buena condición. Mató de estocada baja.

Larguisimo trasteo de Castella al cuarto -de Garcigrande-, un toro hondo y bonito, que se movía con humillacion y nobleza a sus telas. El francés interpretó series por ambas manos, mejor sobre la diestra, donde no faltaron varios cambios y adornos. Mató de estocada y dos descabellos.

Variado de capa fue el saludo de Ureña -también nuevo en esta plaza, en la que reaparecía tras su percance de San Fermin-. Faena marcada por la clase y la pureza ante un toro de Garcigrande al que dejó mas crudo en el caballo. Mató de estocada hasta la bola.

Ureña se lució a la verónica en el quinto -de Garcigrande-, un gran toro. Comenzó la faena de muleta con ayudados por alto y a partir de ahí, comenzó su particular sinfonía torera con series de naturales que fueron un canto a la mejor interpretación. Con despaciosidad y empaque, todo con aroma y ajuste. No bajó la faena sobre los diestra, donde al final los gritos de ¡torero-torero! se escuchaban desde todos los tendidos. Mató de estocada y cortó las orejas. El toro, de nombre ‘Danzarín’, herrado con el número 80, fue premiado con la vuelta al ruedo.

Fortes recibió al tercero, de Garcigrande, con una larga como prólogo de una faena en la que gustó y supo transmitir su toreo marcado por la pureza, siempre en terrenos comprometidos, jugándosela -los pitones rozaron la taleguilla- ante un bondadoso toro. Sus naturales fueron carteles, al igual que los doblones con los que puso fin al trasteo. Mató de estocada defectuosa y tres descabellos.

El sexto y último, también de Garcigrande, apretó en el caballo para protagonizar el piquero la mejor suerte de varas del festejo. Comenzó Fortes doblándose por abajo en pases de castigo para tomar, enseguida, la muleta sobre la diestra y torear con temple, aunque un calamocheo por ese pitón trata de complicarlo. Mejor al natural, donde el toro mostró mejores condiciones por ese pitón. Remató la serie y sufrió una fea voltereta, donde el toro lo rebaña hasta tres veces en la arena, saliendo milagrosamente ileso. Volvió al toro y cuajó otra buena serie de naturales que fueron muy jaleados por el público, al igual que el final de faena. La mala fortuna con la espada le privó de disfrutar del éxito.

Arévalo, (Ávila). Feria de San Victorino. Sábado 14 de julio de 2018. Toros de Gracigrande, bien presentados y nobles en general. Destacó el 5º, herrado con el número 80, de nombre Danzarín, premiado con la vuleta al ruedo. Sebastián Castella, oreja y ovación tras aviso; Paco Ureña, dos orejas y dos orejas; Fortes, palmas tras aviso y ovación. Entrada: Media plaza.

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