La Pincelada del Director
“Por lo que han peleado en los últimos tiempos sus gentes, no abandonemos los toros en las Baleares”.“Por lo que han peleado en los últimos tiempos sus gentes, no abandonemos los toros en las Baleares”.

El silencio es la muerte

La atención a los grandes eventos es imprescindible, las acciones vanguardistas también, pero hay que pisar el barro a riesgo de quedarse en una buena gran idea
José Luis Benlloch
lunes 06 de agosto de 2018

A los anti les va el barullo. Se alimentan de gresca y titulares. Un pleno municipal tensionado. Una pancarta. Un manojo de insultos aunque ello cuestione su civismo. No les importa, no saben lo que es civismo ni respeto. Cualquier enredo les vale. Luego están los que miran la dirección del viento, mayormente políticos. Miran y luego se posicionan y lo mismo te sorprenden por jotas que te salen por peteneras. Así que en cuanto te despistas vuelve la burra al trigo. La burra son ellos. No hace falta puntualizarlo ni creo que sea insulto, al fin y a la postre son animalistas. Por cierto, deberían preocuparse por la supervivencia de los jumentos españoles que en otro tiempo tanta ayuda aportaron a los más necesitados y ahora, ñoña y falsamente protegidos, van camino de desaparecer de la faz hispana. Algo parecido puede pasar con el toro de lidia si siguen ganando terreno los de la gresca. Al toro lo prefieren desaparecido que en el estado de bienestar actual. Dehesas abiertas, cuidos veterinarios, aporte medioambiental… eso sí es bienestar animal. En realidad les importa un comino. En realidad ni saben ni sienten ni conocen ni se preguntan… Y en ese campo de la controversia, cada semana una gresca, apareció Huesca, donde ningún político devuelve entradas pero aun así les da para un pleno tumultuario de poco o ningún recorrido más allá de los titulares.

Palma es la principal de las ausentes este agosto. Y ante la triste evidencia de la inactividad los aficionados levantan la voz quejosos. Temen, y tienen señales para temer, que les dejemos abandonados en los recuerdos y miran a la Fundación

El lado positivo es que mientras haya gresca, hay vida. En otras plazas ha dejado de haberla y apenas queda la sensación de la derrota. Estos días se echa de menos la actividad de varias plazas. Palma es la principal de las ausentes. ¡Aquellas largas temporadas de verano! Añorados sesenta. Maltratados sesenta, también. Y ante la triste evidencia de la inactividad los aficionados baleares, aún quedan, levantan la voz quejosos y reivindicativos. Temen, y tienen señales para temer, que les dejen/dejemos abandonados en los recuerdos. Y dirigen el SOS hacia la Fundación, gran idea, la Fundación, que de momento es fundamentalmente eso, gran idea, no sé si desbordada o encallada, que no acaba de acudir a todos los frentes. Nadie sabe muy bien el criterio de su hoja de ruta. Sería una pena que se diluyese en postureos o que se centrase solo en los escaparates principales o que navegasen con las brújulas de los personalismos.

Palma es la principal de las ausentes este agosto. Y ante la triste evidencia de la inactividad los aficionados levantan la voz quejosos. Temen, y tienen señales para temer, que les dejemos abandonados en los recuerdos y miran a la Fundación

Celebramos la aparición de esa gran idea, pongámosla en mayúsculas, Gran Idea, se le dio tiempo de cocción a la misma, en esta casa lo planteamos así, valoramos las acciones jurídicas de defensa que tan necesarias eran para frenar la barra libre de los anti y demás descerebrados contra los toros y su gente, pero ya toca ir más allá, remangarse y acudir a los frentes más arduos o menos lucidos. Donde hay ferias para aprovechar su resonancia, pero también donde solo hay rescoldos de las ferias. A Palma y a todas las plazas de las Baleares, mismamente, donde están a la espera de que los tribunales resuelvan sobre el recurso que presentó el Gobierno de España a aquella delirante e insultante ley que aprobó el parlamento balear. Una cobardía más. No prohibieron pero desnaturalizaron. No prohibieron pero lo pusieron imposible. Por eso, por su historia, por lo que han peleado en los últimos tiempos sus gentes, por el agravio general a la globalidad que supone la situación actual, tienen razón en su queja. No abandonemos los toros en las Baleares.

En Xàtiva más de lo mismo. Nadie ha acudido en ayuda de los aficionados a los que un gobierno les puso la bota en el cuello, se ciscó en la ley y cerró la plaza por sus mismísimos y ahora lo que es peor… ha comenzado a no ser noticia

Y quien dice Palma o cualquier otra plaza de las islas dice Xàtiva, que por estas fechas celebraba la feria más antigua de la Comunidad Valenciana y donde los últimos años nadie acudió en ayuda de un grupo de aficionados locales a los que un gobierno les puso la bota en el cuello, se ciscó en la ley y cerró la plaza por sus mismísimos y, lo que es peor, vista la atención que prestan los medios a la cuestión, ha comenzado a no ser noticia, lo que equivale a la derrota fatal. Ahí tienen otro frente de acción, otra idea para la gran idea. Si los anti necesitan hacer ruido para llegar a sus objetivos, los aficionados comenzamos a necesitar ya de esas mismas estrategias. El silencio es la muerte. Por eso mismo la atención de la Fundación a los grandes eventos es imprescindible, las acciones vanguardistas también, pero hay que pisar el barro a riesgo de quedarse en esa buena gran idea en la que estamos estancados. Y no olviden que los del PACMA no solo vienen detrás sino que ya se relamen.

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