Feria de Abril

El mexicano Arturo Macías, herido de gravedad en Sevilla

Redacción APLAUSOS
domingo 18 de abril de 2010

El mexicano sufrió una fuerte cornada en el muslo derecho durante la faena al segundo de su lote. Una deslucida corrida de Palha, peligrosa, vacía de casta y escasa de fortaleza, ha dado al traste con las ilusiones de la terna.

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Si la terna y el público de la Maestranza esperaban encontrarse con la emoción de la casta, la movilidad y la bravura, se toparon con todo lo contrario. La corrida de Palha defraudó hasta la desesperación y nada de eso se vivió sobre el albero maestrante. La falta de raza y fuerzas del encierro de Joao Folque desesperó a todos y el festejo se saldó con la fuerte cornada a Arturo Macías y seis silencios sepulcrales. Una tarde para el olvido.

 

El catalán Serafín Marín regresaba a la Maestranza tras tres años de ausencia. En primer lugar se topó con un toro bravo en el caballo y que cogió a Arturo Macías por fortuna sin consecuencias cuando el mexicano ejecutaba un ceñido quite por gaoneras. Se acostó el de palha en el primer muletazo de tanteo por el pitón derecho y acto seguido desarrolló peligro por ambos, por lo que el trasteo de Marín no levantó el vuelo. Lo mató rápido pero mal.

 

Con el cuarto, un burraco de preciosas hechuras y que pareció hacer mejores cosas durante la lidia, Serafín hilvanó en el tercio la serie de muletazos más ligada de lo que iba de corrida sobre la mano diestra. Puro espejismo. Pronto le costó un mundo desplazarse y pese a los intentos del catalán el lucimiento fue imposible.

 

El mexicano Arturo Macías debutaba en Sevilla y llegó a revientacalderas, como volvió a demostrar en el quite por chicuelinas, ya con la taleguilla repuesta tras la primera voltereta. Brindó al público desde los medios y allí se quedó para iniciar su labor con dos pases cambiados por la espalda. El toro, feo y altón, tenía sin embargo la virtud de humillar algo que para desgracia del mexicano dejó de hacer demasiado pronto. A partir de ahí, coraje y voluntad de Macías para pegarse un sincero arrimón fruto de sus ganas de agradar, pero poco más. El quinto fue un toro más abierto de pitones que no se dejó torear de salida y llegó a la muleta embistiendo con mal estilo. Expuso demasiado Macías, que resultó herido de gravedad en el muslo derecho tras ser zarandeado con violencia y al cierre de estas líneas estaba siendo intervenido en la enfermería de la plaza por el doctor Vila de una profunda cornada.

 

También se presentaba ante la afición hispalense el torero de Orduña Iván Fandiño, que lanceó con buen estilo a su primero, ganándole terreno y rematando con una despaciosa media. Llegó más descompuesto a la muleta el de palha, lanzando un molesto tornillazo, pero se encontró con un torero dispuesto y muy firme que nunca dio un paso atrás, logrando algún muletazo de bella factura pero de ligazón imposible. Su segundo fue un marrajo de horribles hechuras, que desarrolló mucho peligro y con el que Fandiño insistió en plantearle faena como si fuera bueno y a punto estuvo de llevárselo en un par de ocasiones por delante. Esfuerzo baldío.

 

 

 

 

 

Toros de Palha, desigualmente presentados y de muy mal juego. Complicado aunque bravo en el caballo el 1º, deslucido el 2º, áspero el 3º, mejor pero a menos el 4º, imposible el 5º, feo, manso y peligroso el 6º. SERAFÍN MARÍN: Silencio, silencio y silencio en el estoqueó por Macías; ARTURO MACÍAS: Silencio tras aviso en el único que mató; IVÁN FANDIÑO: Silencio y silencio. Entrada: Dos tercios de plaza.

 

Parte médico de Arturo Macías

 

Por fortuna, la cornada sufrida por Arturo Macías esta tarde en la Maestranza no afecta a vasos importantes. La herida, aunque extensa, apenas registró hemorragia pues el pitón se desplazó en su trayectoria hacia la parte de atrás del muslo derecho. El diestro ha sido intervenido por el equipo del doctor Vila con anestesia epidural y trasladado a un centro médico, donde permanecerá ingresado.

El parte firmado por el doctor Ramón Vila reza lo siguiente: “Herida por asta de toro en cara interna de tercio medio de muslo derecho que atraviesa sartorio y vasto interno, llegando hasta cara posterior de fémur en una extensión de 20 centímetros. Presenta otra trayectoria hacia arriba y afuera en una extensión de 10 centímetros sin lesionar paquete vascular. Pronóstico grave”.

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