TRIUNFADOR DE LAS NOVILLADAS NOCTURNAS
Madrid - Novillada nocturna - Viernes 3 de agosto de 2018Madrid - Novillada nocturna - Viernes 3 de agosto de 2018

Pablo Mora: “Quiero conquistar Madrid en Otoño”

El vencedor del Certamen de Novilladas Nocturnas de Las Ventas toreará la novillada de Fuente Ymbro en la Feria de Otoño
Gonzalo I. Bienvenida
miércoles 15 de agosto de 2018

El 1 de mayo debutó Pablo Mora en Las Ventas como novillero con picadores. Entonces nadie habría podido pensar que iba a hacer cuatro paseíllos en la Monumental madrileña. Aquella tarde cortó una oreja y se ganó su inclusión en los carteles de las nocturnas. La novillada de Guadajira le permitió dar una vuelta al ruedo, pero su auténtica reivindicación llegó en la final. Fue en el sexto novillo de la noche. Un sobrero de Juan Antonio Ruiz “Espartaco” con el que se le vio una tremenda dimensión al natural. La espada se llevó la posibilidad de triunfo, pero logró alzarse con el premio al triunfador de las Nocturnas.

“Noté que la gente vivió la faena con mucha intensidad. Fue un novillo muy serio en su presentación y en su comportamiento. Por eso todo lo que le hice también tuvo mucha seriedad y la afición se dio cuenta”, explica Pablo Mora con la emoción del triunfo.

“Sabía que esta vez no se me podía escapar la oportunidad. Por eso llegué muy mentalizado y muy preparado. Aquella oreja fue fruto de todo un invierno entregado al toreo”

De momento, será el novillero que en más ocasiones actúe en este ruedo este año. Pero hace unos años ya hizo el paseíllo en Las Ventas como finalista de El Camino hacia Las Ventas 2015, siendo novillero sin picadores. Llegó como el favorito pero no logró ganar el certamen: “Había toreado veinte novilladas sin caballos. Fue una mañana en la que me sentí muy seguro conmigo mismo. Aquella experiencia, el creer que iba a ganar y no conseguirlo me ayudó mucho a preparar el primer compromiso de esta temporada que fue mi presentación en Las Ventas como novillero con picadores”. Un disgusto en su momento que a través del entrenamiento convirtió en acicate: “Sabía que esta vez no se me podía escapar la oportunidad. Por eso llegué muy mentalizado y muy preparado. Aquella oreja fue fruto de todo un invierno entregado al toreo”.

Los naturales al sobrero de Espartaco se recordarán mucho tiempo por su ritmo, su temple, su pureza. Madrid rugió con la verdad de Pablo Mora. Analiza ahora a la afición más exigente: “Hay una frase que he escuchado muchas veces que dice que Madrid te da todo si tú te entregas y he visto que es cierto. Todo lo intenté hacer con la máxima verdad. En Otoño quiero conquistar a Madrid por ese camino”.

En Santander dio un toque de atención hace unas semanas. Fue la primera plaza que apostó por él en 2017 y este año le repitió en su Feria de Santiago. Para Mora es una plaza muy especial: “Fue la primera feria que contó conmigo cuando acababa de debutar con picadores. Este año pude volver a demostrar el tipo de toreo que quiero hacer que es el clásico, el de siempre. Ya veremos cómo van llegando las cosas pero uno de mis sueños es tomar la alternativa en Cuatro Caminos por todo lo que han apostado por mí desde el principio”.

Los golpes en la mesa de Santander y Madrid han sido a tiempo. Se están terminando de confeccionar las ferias de novilleros de septiembre. Algunas, como Arganda del Rey, Villaseca de la Sagra o Collado Mediano, ya contaban con él. Su plaza es la de Moralzarzal. Allí se ha criado, aprendió a torear en la ya extinta escuela taurina de la localidad y es donde reside: “A los once años vi un anuncio de la escuela en un periódico local y decidí apuntarme. Siempre me había llamado la atención pero cuando empecé a conocer más el toreo me sentí totalmente atraído”.

“Fue la primera feria que contó conmigo cuando acababa de debutar con picadores. Este año pude volver a demostrar el tipo de toreo que quiero hacer que es el clásico, el de siempre”

Su origen es particular. No tiene ningún antecedente taurino. Su madre llegó a España hace 25 años desde Ucrania. En Madrid nació Pablo, que se encontró en su vida con el toreo para entregarle todo su tiempo: “En la escuela me decían que aprendía rápido. A los dos años ya llevaba el ritmo de mis compañeros, iba a los tentadores y empecé a torear becerradas. Mi madre me da caña, me apoya pero también está muy encima. Me dice que salga a correr si algún día no he entrenado. Es muy importante para mí sentir su apoyo”.

El Ayuntamiento de Moralzarzal decidió acabar con la Escuela Taurina hace tres años. Para Pablo, y para otros tantos chicos de la sierra madrileña, ha supuesto un vacío importante: “Nos hemos criado ahí no sólo como toreros, también como personas. Que lo hayan cerrado de repente ha sido una faena. Echo de menos el buen ambiente que teníamos. Guardo grandes amigos como Juan Collado o Jaime Casas que siempre están a mi lado”. De las Escuelas de la Comunidad de Madrid, dicen que la de Moralzarzal era la más gamberra. Se ríe Pablo Mora: “La verdad es que había mucho pique. Recuerdo que en los tentaderos siempre queríamos estar uno mejor que otro. Fue una etapa muy bonita, también nos hacíamos faenas pero a la hora de la verdad éramos buenos compañeros. Ese equilibrio también lo aprendí en la escuela, hay tiempo para todo”.

En 2017 toreó 10 novilladas. Este año probablemente doble esa cifra. En la Feria de Otoño de Madrid estará en la novillada de Fuente Ymbro junto a Juanito y Francisco de Manuel.

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