El novillero Carlos Aranda tuvo que ser intervenido de urgencia este viernes por el equipo médico de la plaza de toros de Albacete -dirigido por el doctor Pascual Masegosa- de una cornada interna que afecta a la fascia muscular con una trayectoria de 8 centímetros y que produce desgarro de fibras de la musculatura tibial de la pierna derecha.
El hallazgo de la cornada y la intervención se produjo 48 horas después del percance sufrido el pasado día 15 de agosto en la localidad abulense de Cebreros, debido a las molestias que el novillero de Daimiel llevaba arrastrando desde entonces en la región pretibial de dicha pierna.