La página de Manolo Molés

Crecer y dar la cara

Manolo Molés
viernes 31 de agosto de 2018

Con la cantidad de cosas que hay que mejorar en este país, resulta que el exraño matrimonio PSOE – Podemos en Huesca se carga la propuesta del PP (podrían pelearse política y limpiamente sin joder a los demás) de hacer un pliego que garantice cinco festejos mayores durante los próximos años de la feria, que consolidaría el buen y gran ambiente sobre todo en la enorme cantidad de jóvenes que en las peñas cubren casi la mitad del aforo en Huesca. Pues nada: a la basura. Y lo más triste: el Partido Socialista tiene que bajarse los pantalones porque está en Moncloa gracias a Podemos, a los vascos y lo que es peor, a los iluminados de “la patria catalana”. Y saben que sin ellos, sin los vascos, sin todos los que le aguantan en el poder, el “matrimonio” se rompe y volvemos todos a las urnas.

Si no nos movemos, otro bocado para los antis. Espabilemos. Muévanse. Y añado algo: si esto estuviera bien organizado, al día siguiente de la manifestación antitaurina en Gijón tendríamos que ser capaces de multiplicarles por mucho… si es que queremos ganar alguna vez sin arrugarnos el ombligo de la inoperancia

¿Os acordáis del anterior tripartito? Aquel de un socialista cordobés (vaya tela) llamado Montilla, más el ínclito Carod Rovira de Esquerra Republicana y un tal Saura de ICV. ¿Os acordáis? Pues aquellos fueron los que cerraron Barcelona y toda Cataluña a los toros. Estos de ahora hacen tripartito ya en toda España (ese es el problema gordo) y ahora lo paga Huesca y mañana será tu tierra, o la mía, en la que por narices se carguen la Fiesta. Hasta los socialistas históricos estoy seguro de que no entienden nada.

FERRERA Y BAUTISTA: MADUREZ, CAPACIDAD Y MAGISTERIO

Una de las satisfacciones de la muy grata feria de Gijón fue reencontrarse con un torero lidiador. Con tres toros a la contra, faltos de casta y continuidad apareció uno de los toreros más maduros y más capaces para que la lidia tenga su exacto sentido. Lidiador ante toros mansos y huidizos. El gusto y la eficacia de la lidia, la combinación de talento, corazón y bragueta. Grande la tauromaquia de Ferrera -otro Antonio, lidiador, recuperador “del quite quitando al toro del caballo”-, que entiende al toro en lo que niega y en lo que da. Eso es lidiar. Un gozo para el aficionado. Y el gran público de El Bibio (qué plaza tan torera) lo entendió y lo disfrutó.

Hay un torero que es rey en Francia y vasallo en España. Allí triunfa con todos los encastes y llena las plazas (acaba de pasar en Dax, solo con seis de distintos hierros) y aquí, abajo de los Pirineos, no cuaja igual. Me refiero, claro, a Juan Bautista. Magistral y con enorme cartel en su país y, sin embargo, en España o no parece el mismo o la fortuna es esquiva. Caso llamativo.

A mis amigos de la Fundación (pertenezco y pago) les cuento algo que no puede seguir pasando y que sucedió en Gijón. Centenares de antitaurinos, con políticos incluidos, a dos metros de los que entraban a la plaza insultando agresivamente. Lo más fino fue el coro unánime de “asesinos, asesinos”. Hay miles de testigos. ¿Por qué no se lleva esto a juicio o a donde se pueda plantar cara? Si no nos movemos, otro bocado para los antis. Espabilemos. Si cierran esa plaza seremos todos culpables. Muévanse. Y añado algo: si esto estuviera bien organizado, al día siguiente de este ataque tendríamos que ser capaces de multiplicar por mucho a los antis con una manifestación en el mismo lugar y con diez veces más personas defendiendo sus derechos. Si eran doscientos, al día siguiente deberíamos ser mil, si es que queremos ganar alguna vez sin arrugarnos el ombligo de la inoperancia.

JESULÍN, UN CUERDO ENJUiCIANDO EL MOMENTO QUE VIVE LA FIESTA

Jesulín ha vuelto por un día y ha demostrado que todavía le queda cuerda. Pero ya no volverá hasta dentro de dos años para celebrar los treinta de su alternativa en Nimes con el maestro José María Manzanares y el trianero Emilio Muñoz el 21 de septiembre de 1990. Ahora reapareció seriamente en Cuenca, sin chorradas, preparado y recordando que debajo de aquel torero de masas y a veces frívolo en apariencia, había, y todavía hay, un torero con buena técnica, afición y valor templado. Lo bueno es que Jesús, más duro y más reflexivo, dio en el clavo en algo fundamental. Dijo: “No me gusta, no es bueno para la Fiesta que los toreros de ahora pongan filtros a la prensa y vivan de espaldas al periodismo”. Razón tiene en muchos de los casos. Y añade: “Así es muy difícil que la gente en general les conozca y les apetezca ir a la plaza”. Jesulín sabe que la prensa es fundamental, toda la prensa, para que las plazas no estén tan vacías como estaba la de Bilbao el domingo con un cartel joven e interesante y una corrida, ojo, de Victorino. Menos de media entrada, bastante menos. Eso es mala cosa. Eso es desconexión y desconocimiento del público de quién son esos toreros. Y si lo saben, no les llaman suficientemente la atención. Jesulín, al acabar su tarde en Cuenca, compartiendo éxito y salida a hombros con Padilla y Abellán, no se fue al hotel. Citó a la prensa a la salida de la plaza y respondió a todos, sin censura, ni jefes de prensa ni filtros. Él dice que ha notado demasiados filtros con la prensa que suponen que no les hagan caso a la mayor parte de los toreros. Jesulín hizo lo mismo que hacen los futbolistas, los pilotos de carreras, los jugadores de baloncesto, los ciclistas, los tenistas, etcétera: hablar sin barreras con los periodistas. De hecho, lo hace Jesús y lo han hecho todos los toreros de su generación. El que tenía fama de disparate resulta que está totalmente cuerdo al enjuiciar el momento que vive la Fiesta.

Y enhorabuena para Escribano, hecho un tío; para Fortes, que ahora da gloria verlo, y para Álvaro Lorenzo, primera oreja de la feria de Bilbao y que cayó en el error que denuncia Jesulín. Tener un empleado para que la afición no sepa quién eres. Y un dolor, o un error: menos, bastante menos de media entrada, para ver los victorinos. Sí, duele. Esa ganadería ha sido y debe seguir siendo santo y seña de la ganadería brava y atractiva para el público. Yo tengo fe en Victorino hijo y en esa gran ganadería. Pero debe dedicarle el tiempo completo. Otros con menos responsabilidad se encargarán de la didáctica con los niños. Ahora lo primero es recuperar la ganadería más importante de los últimos años. Lo demás es pecata minuta al lado de tan gran ganadería.

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