BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

A la caza del Rey Roca

El peruano se ha convertido en animador de la temporada. Ponce y Juli defienden con fuerza y maestría su posición de grandes frente al joven RR al que todos desean en sus carteles
José Luis Benlloch
lunes 03 de septiembre de 2018

Roca Rey está siendo el principal animador de la temporada taurina este verano. El peruano se ha convertido en el diestro más taquillero y por ello en eje de las principales ferias con tres armas que desde siempre fueron clave para la consolidación de los grandes toreros: novedad, valor y carisma. Sus éxitos en San Sebastián y Bilbao, donde mantuvo una fuerte competencia con Ponce en lo que se entendió como un duelo generacional que se repitió en otras plazas con Juli, le dan el mayor rango a su escalada. El Puerto de Santa María, Málaga o Linares son otros cosos de importancia donde este ferragosto ha sentado sus reales a golpe de triunfo. Los efectos han sido radicales, de aspirante a triunfador, de galgo perseguidor a objetivo de los grandes que no aceptan que nadie les pueda pisar las chanclas.

Del derecho y del revés. (Fotos: Arjona)

En el caso de Roca Rey hay que valorar su ascendencia meteórica desde el mismo día que tomó la alternativa evitando lo que en los últimos tiempos se había convertido en una especie de hándicap ralentizador que los taurinos llaman “obligado bache de la alternativa”. Casos como el suyo no se habían dado desde que Juli ascendiese de categoría en Nimes ahora hace veinte años. RR no ha acusado, o eso parece, ni la mayor exigencia del toro respecto al novillo, ni la comparación con los compañeros, tampoco la mayor exigencia del público que acude a las corridas de toros, ni el peso de la púrpura que supone ser la estrella y uno de los que más cobra. E incluso, muy importante, ha tenido la capacidad para superar las cornadas cuando han llegado.

Todo lo cual no implica que los aficionados más puristas no hayan comenzado a cuestionar sus maneras sin querer entender que para mantener una regularidad de triunfos elevada como exige su puesto, hay que adaptarse al mayor número de toros posible y entre esos se incluye muchos que no permiten el toreo de pausa y exquisitez. Pese a ello, su perfil artístico y técnico ha mejorado muchísimo. De otra forma no podría aguantar la exigencia de su nuevo estatus ni mucho menos del toro de plaza de primera ni tampoco el ritmo que imponen los grandes. Sin recursos no se sostiene nadie. Y sin oposición no se conoce a ninguna figura. Lo cual no ha supuesto renuncia a sus osadías y alardes en los arranques y finales de faena, en ocasiones también en medio. Son los calambrazos que sobrecogen en las tardes de excesiva calma.

Lo de Roca no es un reinado en solitario ni cómodo. Los grandes maestros del momento, Ponce y Juli especialmente, defienden su posición con una regularidad en los triunfos que no tienen que envidiarle a la suya. A su favor tienen la experiencia y en su contra la falta de novedad que sí disfruta Roca. Esa competencia se nota en los ruedos en los que compiten a pecho descubierto como si fuesen tan jóvenes como él y en los despachos donde buscan entrar en los mismos carteles para reforzar mutuamente lo que más estiman sus administraciones, la capacidad de convocatoria para poder exigir los máximos honorarios.

Del revés y del derecho. (Fotos: Arjona)

Naturalmente no son los únicos que le guerrean en los puestos de cabeza. Talavante, que en los últimos meses gestiona su temporada desde posiciones de independencia, ha logrado subir su grado de interés. Su decisión de acudir a la Feria de Otoño de Madrid, donde el resto de las figuras declinan estar, le ha disparado el cartel. En las Ventas se enfrentará a los toros de Adolfo Martín, divisa que los grandes, salvo Ponce y próximamente Juli, no acostumbran a enfrentar y además abrirá plaza las dos tardes, detalle que parece nimio, pero que en los hábitos de los grandes, salvo que la veteranía obligue, no se contempla. La versión más artística de las figuras punteras, Morante y Manzanares, no viven su mejor momento para afrontar esa guerra, lo que no quita que en la primera ocasión que coincidan dado el magnetismo de su estilo les ganase la pelea a cualquiera de los anteriores.

Prácticamente todos los mentados más arriba cerrarán la temporada de Valencia, el nueve de octubre, con un festival homenaje a la Tauromaquia y en defensa de la misma: Ponce, Juli, Manzanares, Cayetano, Talavante, Roca Rey y el novillero valenciano Borja Collado en una sola sesión.

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