MADRID

El desafío ganadero lo ganó un Patoso

Un buen toro de José Escolar y un tercio de varas, únicas notas positivas de una tarde de escaso relieve
Carlos Alonso
domingo 16 de septiembre de 2018

Fotos: JAVIER ARROYO

Ventero fue el astado encargado de abrir tarde y también fue el primero de los tres titulares herrados por José Escolar. Precioso de lámina, fino y con el característico hocico de rata de su encaste, fue recibido con el buen oficio de un Javier Castaño que supo sacárselo a los medios. Tomó tres varas arrancándose con espectacularidad pero sin emplearse en el peto. Nunca echó la cara abajo y no empujó de verdad. Templada brega de Marco Galán y buenos pares de Joao Ferreira y Fernando Sánchez, que terminaron desmonterándose. Ventero llegó a la muleta de Castaño para mostrar su corto recorrido típico en el toro reservón que sabe donde se deja al torero. El salmantino intentó hacerle pasar por ambas manos con un planteamiento de muleta retrasada, sin conseguir resultados positivos. Una estocada atravesada y trasera.

Más basto de hechuras y ancho de sienes que su hermano anterior fue Marinero, un cárdeno claro al que enjaretó varios lances poderosos con la pierna genuflexa Ricardo Torres. Toreó bien a caballo Victoriano García “El Legionario” y Marinero pasó por los dos encuentros mostrando feo estilo al lanzar derrotes con escasa pujanza. Bien le sentó el buen trato recibido por su lidiador, Miguel Ventosa “Venturita”, ganando fijeza y humillación. Repitió las embestidas en dos tandas con la diestra de un voluntarioso Torres antes de sorprenderle con un pitonazo que solo sintió la taleguilla. Cambió de pitón sin encontrar el acople buscado y ahí se diluyó el trasteo. Un pinchazo hondo delantero y siete descabellos hicieron que sonara un aviso en medio del respetuoso silencio.

El tercer turno estaba reservado para Patoso, último de los enlotados por José Escolar. Cornúpeta bajo y de armónica y reunida anatomía que tomó un buen puyazo recetado por Pedro Iturralde. Sin embargo rehusó acudir a una segunda vara que terminó aceptando cuando el picador ya había acudido a su búsqueda. Esperó en banderillas donde anotamos un buen quite de Fernando Sánchez a Sergio Aguilar. El mexicano Arturo Macías regresaba a Las Ventas para basar su primera faena por el lado derecho de un Patoso que se movió noble y repetidor en la franela, respondiendo mejor cuando las muñecas le exigían. Los mejores pasajes surgieron al natural por donde la res ganó en ritmo y temple. Conjunto desigual firmado con una media estocada tendida en buen sitio. Ovación en el arrastre para Patoso.

En el cuarto capítulo de la tarde comenzaba el turno de los de San Martín. Granadito II fue todo un galán, largo de viga y de cuerna engatillada. Sin embargo fue pura fachada ya que siempre que se movió fue para hacerlo de una forma sosa y desrazada hasta el punto de echarse antes de que Javier Castaño montase la espada. Fue apuntillado entre las protestas del respetable. Silencio para un Castaño que no tuvo ninguna opción. Solamente quedará en el recuerdo el sensacional quite de Manuel de los Reyes a Joao Ferreira, derribado en banderillas.

Serio y astifino fue el cuajado quinto que respondía por Acompañado. No permitió el lucimiento de salida para continuar con la tónica de la tarde y recibió tres puyazos en los que empleó de forma desigual, mejor en el segundo. Acertado en el castigo Manuel Burgos dio paso a dos buenos pares de palitroques de Venturita. El de San Martín se dejó todas sus energías en el primer tercio ya que llegó con una embestida muy apagada y deslucida a la tela roja de Ricardo Torres. Esforzado y tenaz se estrelló ante la falta de emoción y viveza de su enemigo. Una estocada desprendida de rápido efecto provocó algunas palmas que el diestro decidió saludar desde el tercio. La división de opiniones no se hizo esperar.

El sexto fue tan espectacular en varas como deslucido en el último tercio. El mexicano Arturo Macías no tuvo ninguna opción, siendo silenciado en este turno.

Madrid. Domingo 16 de septiembre de 2018. Tres toros de José Escolar (1º, 2º y 3º) y tres de San Martín. Todos bien presentados, con las lógicas desigualdades, entre los que destacó el tercero de Escolar. El resto dio poco juego en general. Javier Castaño, silencio y silencio; Ricardo Torres, silencio y ovación con saludos con protestas; Arturo Macías, palmas tras aviso y silencio. Entrada: Un cuarto. Destacaron en banderillas Joao Ferreira, Fernando Sánchez y Venturita. En la brega Marco Galán y Sergio Aguilar. Picó muy bien al sexto Antonio Muñoz.

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