FERIA DE SAN MIGUEL

La elegancia de Manzanares conquista la Maestranza

El alicantino corta una oreja de su primero y da una clamorosa vuelta al ruedo en su segundo, que le cogió en dos ocasiones; Alfonso Cadaval tomó la alternativa de manos de Morante de la Puebla
Carlos Crivell
domingo 30 de septiembre de 2018

Fotos: ARJONA

El primero de Juan Pedro Domecq fue un toro bonito, tocado y abrochado de cuerna. Alfonso Cadaval lo saludó con lances limpios. Tomó dos varas sin entrega. Tras la ceremonia de la alternativa, el nuevo matador brindó a su padre, César Cadaval. El toro llegó tan noble como soso a la muleta. Cadaval compuso una faena de buenos muletazos sin posibilidad de ligar los pases. Buenos trincherazos y algunos naturales de mando y temple con un animal muy apagado. Mató de media estocada trasera y tendida.

El burraco segundo fue un toro bien hecho pero que echó la cara arriba desde que saltó al ruedo. Morante de la Puebla lo paró con eficaces lances rodilla en tierra. Tomó dos varas en las que se lució Aurelio Cruz. Llegó a la muleta sin humillar por el lado derecho y muy parado por el izquierdo, lo que hizo que el sevillano lo intentase pero sin lograr bajar la cara del animal. Desistió pronto y lo mató de estocada corta.

El tercero, alto pero con buenas hechuras, fue un toro noble aunque justo de fuerzas. Se lució José María Manzanares con el capote a la verónica y en un quite por chicuelinas. Faena con momentos de gran belleza aunque con intermitencias. Todo fue muy distinguido y elegante. Las tandas fueron cortas. Lo mejor una tanda de naturales citando con los vuelos muy ligada. Mató de una estocada. Oreja con petición de la segunda.

El cuarto, un toro de 606 kilos pero muy bajo, fue noble y se apagó pronto. Morante de la Puebla lo recibió con verónicas y chicuelinas. Tomó una vara fuerte en la primera entrada y levantó el palo el piquero en la segunda. El sevillano dibujó algunos derechazos con buen estilo y el animal se paró e imposibilitó una faena más lograda. Mató de estocada desprendida.

El quinto fue un buen toro, perfecto de hechuras, noble y con buen tranco. Manzanares lo lanceó con buenas verónicas. Cumplió en dos varas. Realizó una buena faena, con elegancia, temple y buen gusto. Las tandas al natural brotaron plenas de calidad. Muy buen toro y toreo de altos vuelos de un torero inspirado. Se salió de su línea habitual con circulares invertidos. En un molinete de rodillas fue cogido y de nuevo recogido del albero. Acabó con insólitas manoletinas. Con el toro muy aplomado lo quiso matar en la suerte de recibir. Tres pinchazos y un descabello. Vuelta al ruedo con clamor tras dos avisos.

El sexto, algo montado, fue noble pero se apagó en la muleta. Buenos lances de Cadaval a la verónica. Quite espléndido de Morante por verónicas y réplica de Cadaval con buenos lances. Buen toro al que el nuevo matador le hizo una faena corta pero muy templada y con buenos muletazos. Se apagó pronto. Mató de un pinchazo y estocada caída. Vuelta al ruedo.

Sevilla. Domingo 30 de septiembre de 2018. Feria de San Miguel. Toros de Juan Pedro Domecq y Parladé, bien presentados, bravos y nobles, aunque justos de fuerza. Los mejores, 2º y 5º. Morante de la Puebla, silencio y ovación con saludos; José María Manzanares, oreja con petición de la segunda y vuelta al ruedo clamorosa tras dos avisos; Alfonso Cadaval, ovación con saludos y vuelta al ruedo. Entrada: Lleno.

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