Javier Cortés vuelve este viernes, 12 de octubre, Día de la Hispanidad, a la plaza de toros de Las Ventas para afrontar su quinta tarde del año en Madrid. Junto a Alejandro Talavante, el torero de Getafe será el que más veces haya toreado en la Monumental durante 2018. “Estoy muy contento porque Madrid ha sido la base de la temporada y gracias a lo que ha pasado en Las Ventas la gente me conoce más”, señala.
El madrileño lidiará una corrida de Partido de Resina. Sobre la divisa sevillana, comenta: “Es una ganadería peculiar que tiene un toro muy armónico, muy bonito y esperamos que esa tarde, además de bonitos por fuera lo sean por dentro”. ¿Ha toreado algo de Partido de Resina?, preguntamos. “No, nunca he tenido la oportunidad y me hace mucha ilusión porque es una ganadería legendaria de las que a uno le hace ilusión poder matar alguna vez en la vida”.
Tras varios años en los que apenas se vistió de luces, Javier Cortés ha visto en este 2018 la luz al final del túnel. “Han sido muchos años de lucha, años en los que no veía ningún fruto, años en los que no podía vestirme de torero y a raíz el año pasado del triunfo en el ciclo de Desafíos Ganaderos he podido volver a Madrid y han salido bien las cosas. He ido a otras plazas y aunque cuesta cerrar contratos, esta temporada ha sido positiva para mí y voy a terminar con un número de corridas que otros años ni pensaba”, reconoce antes de añadir: “Es muy difícil tener esa paciencia los años que no se torea, seguir entrenando y luchando es muy complicado. No llegan oportunidades y uno sigue sacrificándose y viviendo para el toro, pero el que tiene paciencia y no desiste al final le llega la recompensa. En ese punto estamos ahora, hay que seguir luchando pero ya es diferente porque es vestido de torero y tienes la oportunidad de expresarte delante de un toro”.
¿Esos años de sequía sirven para valorar ahora más las cosas?, preguntamos. “Sirve para muchísimo. Aprendes a valorar todo, a saber la gente que está a tu alrededor apoyándote, los que estaban simplemente por el momento y eso es muy importante, sobre todo ahora cuando te vistes de torero lo disfrutas mucho más. El estar en ese patio de cuadrillas y hacer el paseíllo cinco veces este año en Madrid es un placer y un lujo para mí”.
Acerca de su relación con Madrid, Javier Cortés comenta: “En mi etapa de novillero tuve mucho ambiente, dejé tardes importantes en esta plaza y el aficionado se guardó mi nombre. Las veces que he tenido la oportunidad de vestirme de torero me han esperado, me han exigido mucho porque esperan mucho de mí y siempre han querido verme en su plaza. Es bonito que la gente espere y vean mi nombre anunciado y quieran ir a ver esa corrida porque saben de mi lucha y cuando he salido a la plaza he salido a por todas, no me he dejado nada en el hotel. Unos días salen mejor y otros peor las cosas pero la gente siempre que ha salido de la plaza han salido contentos conmigo porque han visto que he salido a triunfar y a por todas pase lo que pase”.
