MADRID

Mora, Cortés y Álvaro Chinchón, dos orejas cada uno en el festival de Chinchón

David Mora sufrió un percance pendiente de estudio radiológico; también protagonizaron dos dramáticas volteretas Javier Cortés y Gonzalo Caballero
Redacción APLAUSOS
sábado 20 de octubre de 2018

Fotos: JULIÁN LÓPEZ

Abrió el festival un noble novillo de Bañuelos con temple en su embestida al que le faltó mayor emoción y transmisión. Con él, Chacón lo recibió toreando con suavidad a la verónica y ganando terreno. Tuvo que cuidar al novillo desde el comienzo y ya con la muleta, cuajó un trasteo principalmente cuajado sobre la mano diestra donde tuvo que conducir la embestida a media altura, gustándose y gustando, con suficiencia y mucha solvencia. Lo intentó al natural y remató su actuación con unos ayudados muy suaves. Erró con el acero con pinchazo y estocada baja.

Más deslucido resultó el segundo del festejo que, en los primeros compases de su lidia, cogió de fea manera contra las tablas a David Mora, saliendo conmocionado del encontronazo. Se mantuvo en el ruedo Mora y con un novillo que midió sus embestidas y no dejó de tener en el punto de mira al matador, el diestro se sobrepuso a las condiciones del de Bañuelos, firmando una actuación poderosa y firme. No pudo ser excesivamente lucida en lo artístico pero convenció al público. Remató de una gran estocada y se cobró las dos meritorias orejas.

Mostró clase, de salida, el tercero, al que Luque le cuajó un buen recibo a la verónica. Después el novillo comenzó a marcar querencia a tablas y una mansedumbre que fue a más, durante la faena de muleta. Un trasteo en el que Luque se mostró por encima de un novillo deslucido que embistió sin estilo ni calidad, cortando el viaje por ambos pitones. No puso las cosas fáciles el de Bañuelos. Suficiente y con solvencia el torero, Luque remató con su toreo encimista, ya cerrado en tablas. Erró con el acero.

Tremenda resultó la cogida con tres volteretas espeluznantes sufrida por Javier Cortés con el cuarto. Se repuso el diestro y volvió a la cara del novillo, conmocionado, para rematar una actuación valiente, llena de gusto y buen toreo, sobre todo al natural. Antes de llegar el percance, Cortés se entretuvo recibiendo al de Bañuelos a la verónica con mucho temple, acompasando su embestida con suavidad con una clara disposición al triunfo. Una actitud que ratificó en su actuación con la muleta. Compacta, completa por ambos pitones, con dominio de los tiempos, las distancias y los tempos del animal, firmó un trasteo premiado con dos orejas.

El quinto de la tarde fue un novillo muy informal desde su salida de chiqueros, que no se empleó en el capote y embistió siempre sin clase ni transmisión con la cara a media altura. Deslucido el de Bañuelos, en la tónica del encierro lidiado, Gonzalo Caballero cuajó una faena de mucho mérito en la que se mostró por encima de las condiciones del animal. Lo mejor vino de mitad de faena hacia el final, donde Caballero logró los instantes de mayor lucimiento en el toreo en redondo -siempre a media altura para no molestar al flojo novillo- recreándose en la suerte, corriendo la mano y templándose. También lo intentó al natural, citando de frente y en la distancia justa, con mucha torería. Final por bernadinas que dieron paso a una estocada entera donde Caballero resultó cogido dramáticamente, haciéndose eternos los segundos en los que estuvo merced al novillo dada la tardanza de las asistencias en quitarle de encima al de Bañuelos. Trofeo al valor y al mérito.

El sexto fue del hierro de Toros de Tenorio. Un novillo más serio que los cinco primeros, con poder y transmisión, que empujó con seriedad en el caballo. Se lució por chicuelinas Aitor Fernández con mando, dominio y mano baja, llevando a la res muy toreada y sometida. Después, con la muleta, cuajó una faena sobre la diestra en la que no molestó a un novillo que fue poco a poco afligiéndose. Entregado, animoso, persiguiendo el éxito ante su afición, Aitor mostró buena traza y concepto del toreo, a pesar de no tener opciones por el pitón izquierdo. Tardó el de Tenorio en cuadrar, ya descompuesto e informal en el final de su lidia, pero no desesperó el novillero y remató su actuación de una buena estocada arriba.

Cerró el festival, el novillero sin picadores Álvaro Chinchón, quien se mostró muy predispuesto con el novillo de Bañuelos protagonizando un recibo por faroles de rodillas, cosidas al toreo a la verónica. Con la muleta cuajó una faena llena de entrega, ganas por agradar y animosa, cimentada sobre ambas manos, donde lo mejor vino en su mitad, instante en el que el novillero se entendió mucho mejor con su enemigo, logrando mayor acople y emoción. Resultó volteado sin consecuencias quedando merced del novillo. Dos orejas.

Chinchón (Madrid). Sábado 20 de octubre de 2018. Festival. Novillos de Antonio Bañuelos y uno de Toros de Tenorio (5º), desiguales de presentación y juego. Octavio Chacón, silencio tras aviso; David Mora, dos orejas; Daniel Luque, palmas tras aviso; Javier Cortés, dos orejas; Gonzalo Caballero, oreja; Aitor Fernández (novillero), oreja tras aviso; Álvaro Chinchón (novillero sin picadores), dos orejas. Entrada: Tres cuartos de plaza. El matador de toros David Mora pasó a la enfermería tras su actuación ante el segundo para someterse a un primer estudio médico, siendo derivado posteriormente al hospital para efectuarle un estudio radiológico.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando

LA MEDIA

Roca Rey, el enemigo a batir

Roca Rey, el enemigo a batir

El peruano echó una tarde sensacional en Sevilla con la corrida de Victorino que muchos no quisieron ver pero el sol no se puede tapar con un dedo

Cargando
Cargando